Homo Sampler
Tiempo y consumo en la Era Afterpop
Eloy Fernández Porta
Editorial Anagrama
(Buenos
Aires)
La
era de la implosión mediática demanda un nuevo modelo de ensayo que combine el
fundamento de la investigación universitaria con el dinamismo de una revista de
tendencias. Es así como Homo Sampler aborda un tema central: el tiempo en la
sociedad de consumo. A lo largo de tres apasionados discursos creativos se
exploran la huella de lo atávico en el pop, la importancia creciente del
desecho en los paisajes eléctricos y las respuestas subjetivas a la «cronología
objetiva» impuesta por el mercado. Tiempo regresivo, temporalidad en bucle y
aceleración cronológica: el texto central de este tratado articula esos tres
pasos por medio de un esquema minuciosamente estructurado: una verdadera
«reconstrucción del día» en veinticuatro sustanciosas viñetas. Un libro que se
lee como un ameno álbum razonado de la cultura contemporánea y que tiene el
orden y el calado de una iluminadora teoría.
Fragmentos:
El
UrPop
El UrPop se define como la
emergencia inesperada de figuras, valores o emociones primitivos en un espacio
ultramoderno. “¿Lo primitivo, dice?” “¿Ese constructo
eurocentrista-occidentalista-progresivista que dio lugar a un arte
pseudoautèntico, hecho de máscaras falsificadas y aspavientos tribalistas?
¿Acaso ese término, y la ideología que comporta, no fueron recursados ya por el
posestructuralismo, la antropología, la crítica cultural y aun el sentido
común? En efecto: a diferencias de primitivistas creyentes como – digamos – Paul Klee o Pablo Picasso , nosotros nos
vemos obligados a hablar de la aparición
espectral y la presencia fantasmal de lo primitivo después de su recusación
teórica y en la era desu vorágine
comercial. A la anulación conceptual del término en el ámbito académico le
corresponde una fructífera segunda vida en la sociedad de consumo. Por ello lo
usamos aquí como la idea más general, la más amplia, dentro de un conjunto de
manifestaciones que apuntan a “lo anterior a la civilización, lo incivilizable”
y que incluyen modalidades tales como lo mítico y lo atávico, pero también lo
Fol., lo rural, lo no urbanizado. La venida de lo primitivo adquiere formas
como el simulacro, el trauma o la irrisión. En algunos casos se nos aparece
como tecnológicamente producido y, por ende, integrado en el infotainment; en otros, parece tomar la
forma de retorno del pasado. El
anuncio comentado muestra cómo la cultura comercial está enfrascada en una
batalla por la tenencia y explotación de lo primitivo…”.
El arte del falso Folk.
“…Canceladas las viejas
ilusiones de “naturaleza” y “creatividad”, el antiguo Homo Faber se ha convertido, en el vocabulario de Momus, en Homo Faker: el sujeto como falsificador
exquisito. El Homo Faker no es sólo
un trilero; es un esteta de lo inauténtico. En cuanto tal, su arte y sus
maneras combinan el virtuosismo del maestro imitador de pintura con la
sapiencia pop del coolhunter. Si el Homo Faker se inscribe en una larga
estirpe de artistas que sitúan la técnica y el artificio por delante de la
autenticidad – empezando por Zeuxis y los sofistas – su antecedente más próximo
podría muy bien ser el protagonista de la clásica película de Orson Wells Fake. La obra de Welles presenta a un
genio de la imitación pictórica que, con sus fraudes inmaculados, desencadena
una miasma de sospecha. La autoría de las obras, la veracidad de las biografías,
la certeza de la firma, la elocuencia de las imágenes …, todo ello se vuelve
inverosímil; la última pieza sin caer es la credibilidad del género documental,
que la película desmantela pieza por pieza, inaugurando la hoy tan concurrida vía
del fake documentary. No por azar,
de entre todos los artistas que pudieran dar pábulo a una falsificación, Welles
escogió a Picasso, y en particular algunos de sus retratos femeninos más Ur: Welles ve en el autor de Las señoritas de Aviñón una suma
compulsiva de “autenticidades de la creación” – el genio moderno, la deriva
primitiva, la ruptura con el realismo y hacia la abstracción, etc. – que piden
a los gritos un farol…¡rigurosísimo…”…
Sobre el autor:
Eloy Fernández Porta (Barcelona, 1974) es profesor en la Universidad Pompeu
Fabra. Autor de los libros de relatos Los minutos de la basura y Caras
B, ha editado, con Vicente Muñoz Álvarez, la antología Golpes. Su
ensayo Afterpop, escogido Libro del Año 2007 por Quimera,acuñó
un término que ya ha pasado a formar parte del vocabulario de la estética
actual: "Uno de los mejores ensayos de los últimos años. Muy bien escrito,
con abundante manejo transversal de los géneros al servicio de una profunda
reflexión, veteada con parodias hilarantes" (José Luis Molinuevo);
"Un lúcido ensayo con una apabullante erudición underground a
tres bandas (musical, comiquera, novelera)" (Juan Cueto, El País);
"Un libro decisivo; lo tengo como libro de cabecera" (Enrique
Vila-Matas).