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El Matadero: Jorge Canale, en Galería Daniel Maman
 

se puede ver hasta el 20 de mayo el proyecto visual El Matadero de Jorge Canale...


(Buenos Aires)

Hasta el 20 de mayo se puede ver el Proyecto visual El Matadero del arquitecto Jorge Canale.



EL MATADERO

Orígenes del proyecto visual

por Jorge Canale

 

 

“Sitúo mi definición del arte entre las afirmaciones

 categóricas, es decir, las que revelan un concepto,

 y no entre las afirmaciones hipotéticas,

 que inventan un concepto.”

 

Nicolai Tarabukin

Por una teoría de la pintura. Moscú, 1916

 

 

 

Le debo a una antigua y cuidada edición, propiedad de mi abuelo paterno, mis primeras lecturas de El Matadero de Esteban Echeverría, uno de los clásicos fundacionales de la literatura argentina, que por su actualidad, trasciende las contingencias históricas que le dieron origen, y cuyo carácter premonitorio indicó la controversia que signaría la vida de los argentinos desde las guerras de independencia, los conflictos civiles y la construcción de la democracia.

Desprendido de su valor testimonial, (el temible ambiente de los mataderos en Buenos Aires en la época de Rosas) la obra muestra cómo, detrás del conflicto ideológico, se oculta el ejercicio de la violencia por la violencia misma, que nos condena a la animalización de lo humano.

Recuerdo la impresión que causó en mí su premonitoria visión de la beligerancia argentina, el ADN criollo que acompaña desde entonces nuestra historia social, política y económica. Sucesivas relecturas de su texto a lo largo del tiempo, me permitieron la distancia ideológica necesaria para materializar las imágenes que produjeron en mi mente sus sedimentos, y que completarían su sentido de sueño y acción en la mirada que las cruce.

Quizás a raíz de mi formación como arquitecto y mi práctica profesional como diseñador, los trabajos visuales que realizo son concretados a partir del concepto de “proyecto”. De esta forma, los precede un largo período de investigación documental que se sustenta en el vínculo emocional que establezco con el tema, y en la paciencia felina necesaria para atrapar las historias personales, que motivos colindantes al tema derraman sobre el proceso de trabajo. La realización está “abierta” de esta forma al diálogo entre la idea-concepto y su relación física con el material que la soporta, resolviéndose en el cruce inclusivo de géneros y técnicas ajeno a todo debate entre tradición y contemporaneidad.

En abril de 2007 comencé los primeros bocetos de este proyecto, que intenta instalar al espectador en la experiencia de la obra convirtiéndolo en parte de la misma, destino deseado de un arte conceptual que se consuma en el otro y no en la mente del autor ni en la realización de la obra.

La idea reclamó la descarnada selección de los motivos y la definición de la secuencia temporal-ritual de su observación.

Dos dípticos abren la muestra a derecha e izquierda como dos orillas: nacimiento y muerte del autor. Buenos Aires/Montevideo.

En la sala central la gran mancha de sangre sintetizada en círculos de madera pintados de rojo soportan trozos de alambre pintados de negro en su superficie.

En las paredes laterales distintos grupos de círculos oscuros amplían el espacio en una rima transformadora de la mancha, enfrentándose entre sí.

Las luces blancas y rojas tejen en los tres planos, (pisos y paredes laterales) una urdimbre intemporal de luces rojas y blancas, que también tiñe a los espectadores.

El sonido del viento producido vocalmente por el artista da volumen y consistencia temporal al espacio, produciendo una imagen mental de alto poder de connotación y abstracción.

En la sala final cuatro dibujos sobre papel, cuatro collages y una tela, son responsables junto con la urna que contiene la primera versión de las obras completas de Esteban Echeverría, devolver una mirada sobre el autor y su obra en la despedida del recorrido planteado por el artista.

 

(c) Jorge Canale


Galería Daniel Maman


(c) Archivos del Sur

publicado el 9-5-2009

 
 
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