 Marcos y Josefa Cuchumatanes
Marcos
nació en Todosantos, en un pueblito formado por un puñado de casitas
pegadas en los valles altos de la Cordillera Madre. En el confín del
mundo. Compartía con Josefa, su compañera de ojos de
ayote en dulce, una choza de paredes de madera y techo de paja de
trigo; donde la electricidad y el agua potable nunca pasaron de ser
promesas electorales.
Marcos tenía el rostro
poblado de paisajes y celajes. Su cuerpo, de pequeña constitución,
parecía tallado por golpes de azadón y filo de machete. Y se notaba
que había crecido a la par de los geranios altivos y los claveles
silvestres. No cabía ninguna duda sobre su origen, era hijo de los
vientos de noviembre y sus soles de colores.
Josefa,
también de pequeña estatura, tenía el color del café impregnado en la
piel y el sabor de la caña de azúcar en el alma. Como todas las mujeres
del lugar, llevaba las trenzas atadas con el arco iris. Su caminar
tenía el fresco rumor del arroyo que desciende de las caderas de la
montaña. Y su alegría juguetona resbalaba de sus labios sin
inhibiciones. Por algo era que sus mejillas reflejaban un amanecer sin
límites.
Tiempo después me enteré que la
guerra sucia había invadido la zona, que las aldeas habían sido
arrasadas, que las estrellas se habían ido a brillar a otro cielo, y
que las noches, cansadas de tanta mezquindad, se habían vuelto oscuras
y profundamente silenciosas.
Marcos y Josefa también fueron alcanzados por ese torbellino de violencia que sacrifica inocentes y devora esperanzas.
A
Marcos, en un día sin tiempo, lo ultimó el egoísmo. Mientras que a
Josefa, en una noche sin luna, los proyectiles del odio le rasgaron el
corazón. Ambos quedaron con los ojos muy abiertos. Josefa mirando las
lágrimas de plata que bajaban de los Cuchumatanes, y Marcos, a través
de los vientos de noviembre, la locura de sus victimarios. (c) Manuel Girón
Manuel Girón, escritor y artista visual de origen guatemalteco, actualmente reside en Suiza
El cuento y la ilustración pertenecen al nuevo libro de Manuel Girón, quien autorizó su publicación a la revista Archivos del Sur
publicado el 29-4-2009
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