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Se inauguró la temporada en el espacio de arte de Boquitas Pintadas
En el Hotel Boquitas Pintadas que funciona en el porteño barrio de Monserrat se inauguró, coincidiendo con el inicio del otoño en el hemisferio sur, el espacio de arte con la curaduría del prestigioso crítico y profesor Julio Sánchez.
(Buenos Aires)Araceli Otamendi
Boquitas pintadas, como el nombre de la novela de Manuel Puig y que proviene del tango Rubias de New York, es una casa del barrio porteño de Monserrat convertida en hotel y restaurant por sus dueños, un matrimonio de alemanes que decidió vivir en la Argentina. El encuentro de esta pareja de alemanes tiene una mezcla de cuento de Cortázar con algo de la literatura de Auster, ya que los dos se conocieron leyendo la misma novela de Manuel Puig en Marruecos. El título de la novela era "Boquitas Pintadas".El lugar que funciona desde hace tres años no deja de ser una sorpresa para sus visitantes.
El 21 de marzo con la concurrencia de numerosos visitantes se inauguraron dos muestras de artistas jóvenes.
Se han destinado dos pisos del hotel a un espacio de divulgación artística, con la curaduría del crítico de arte y curador independiente Julio Sánchez , ex colaborador de la revista La Maga y ex profesor de la Universidad de Nueva York.
El 21 de marzo de este año, el hotel inauguró su Espacio de Arte con la obra de Medeiros y González Báez. Ese mismo día se celebraba el tercer aniversario de este emprendimiento. En el público que concurrió a la inauguración había artistas plásticos escritores, críticos, periodistas. Estaban la escritora Martha Mercader, Narcisa Hirsch, el artista plástico radicado en New York y de visita en Buenos Aires Leandro Katz, entre otras personalidades de la cultura.
Visitar la muestra de Medeiros y González Báez produce distintos efectos en el espectador, tanto por los materiales utilizados como por su integración en los espacios del hotel.
La obra de la fotografía pertenece al artista brasileño Rodrigo Medeiros quien expone sus trabajos escultóricos aprovechando un material no convencional: el papel de lija. Emparentado con la tradición del minimalismo Rodrigo presenta objetos basados en el cuadrado, el círculo y las proporciones matemáticas y también investiga la inmaterialidad mediante pequeñas instalaciones de pared logradas con clavos y juegos de luces.
Algunas obras de Medeiros realizadas con estructuras similares a cajas contienen formas en papel de lija. Estos objetos están ubicados en las habitaciones del hotel. Una de las obras, cubos de madera que contienen formas de papel de lija instalada en uno de los dormitorios del hotel, se transforma ante los ojos del espectador en "nidos ásperos". Medeiros trabaja además para el Servicio Exterior de su país.
La obra de Máximo González Báez, artista formado en la Provincia de Corrientes, se centra en la producción objetual y en la manipulación de objetos encontrados. Las últimas investigaciones de Báez se orientan a los artefactos lumínicos creados por él mismo mediante la subversión del soporte tradicional de todo tipo de lámparas. Con pureza descarnada coloca lamparitas de distintas formas e intensidades lumínicas sobre la pared con formas arquetípicas como el círculo, la espiral, el cuadrado y la estrella. Con luces y sombras integra la pared, que deja de ser un soporte para convertirse en parte de la obra. De este modo sus objetos son concebidos como una intervención espacial más que como un objeto independiente. Inocentes lamparitas agrupadas por el artista se transforman en obra de arte, lo cotidiano se vuelve extraño, provoca diferentes sensaciones e invita a pensar.
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crédito de la fotografía de la obra de Rodrigo Medeiros: Araceli Otamendi