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Génesis
posmoderno Al
comienzo sólo era el silencio.
Y la Gran M
dijo; "Hágase el Ring-Tong." Y hubo Ring-Tong.
Y ví que el Ring-Tong era Cool y lo separó del silencio.
Luego creó al teléfono fijo, y entonces, al ver que éste necesitaba un
compañero creó al celular.
Y la Gran M
les dijo a ambos; "Podrán llamar a todo el mundo sin costo alguno, pero
algo les tengo prohibido; mandar la palabra SABIDURÍA al 2020."
Pero la línea telefónica tentó al celular a mandar "SABIDURÍA" al
2020. Y cuando lo hizo se dio cuenta de su desnudez y entonces tomando una
carcaza la puso en su cuerpo.
Entonces la Gran M,
al ver lo que habían hecho les dijo:
"Por haberme desobedecido, tu celular, tendrás que constantemente comprar
tarjetas para funcionar y solo podrás utilizar 200 caracteres para tus SMS, y
tu teléfono fijo, tendrás que pagar mantenimiento."
Y
fue desde aquellos días que ambos fueron expulsados del 0-800-PARAISO, y lo
será hasta así el Apocalipsis... y espero... que no te agarre sin celular.
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La lona, o cómo el de arriba también tiene sus
problemas
- Te podés dejar de joder con eso - Le dijo su esposa indignada.
- Pero querida...
- Pero querida nada, todos los días con esa porquería, estuviste una semana haciéndolo
y ahora te quedas mirándolo como un tarado, podrías dedicarte a hacer algo,
cuanto hace que no hacés otra cosa.
- Pará, no te enojes, que te molesta que venga de vez en cuando a mirarlo.
- ¡De vez en cuando! No digas pavadas, todos los días te la pasás sin hacer
nada, cuando te conocí no eras así, era tan trabajador, ahora lo único que
hacés es sacarle y ponerle esa lona no sé para queé y listo. Eras tan diferente
de joven...
- Es que no sé qué hacer, lo arruiné el séptimo día que les dije que estaba
terminado, ahora ya no puedo andar tocando nada...
- Y bueno, entonces ponéte a hacer otro.
- No, eso no, jamás tendría que haber hecho esto, mucho menos me voy a hacer
otro.
- Entonces tirálo.
- Menos, como lo voy a tirar, le tengo cariño. Además, como van las cosas se
está rompiendo todo, es cuestión de tiempo para que ya no ande más.
- Bueno, mirá, por lo menos cambiále esa lona roñosa llena de agujeros que le
sacás y le ponés todos los días.
- Pero es que no puedo, si se la cambio no se va a entender qué pasa.
- Bueno, hacé como quieras.- Dijo mientras se iba indignada.
- Pero ¡pará...!
Al otro día, fue como siempre a hacerle la lona a su creación y al llegar quedó
horrorizado. Su mujer había cambiado la lona por otra que se encontraba en
perfecto estado. Y fue desde ese mismo día que en el cielo ya no hubo más
estrellas.
© Sebastián Marín Sobre el autor:
Sebastián Marín es un narrador argentino. Nació en Necochea en 1985 y reside actualmente en Tandil,
Provincia de Buenos Aires. Ha publicado cuentos cortos y micro relatos en
diversos medios electrónicos e impresos; Escritores.cl (Chile), Letralia
(Venezuela), Editorial Alkubia (España) , Misioletras (Argentina), Archivos
del Sur (Argentina), Isla Negra (Argentina), La Web del Microrelato
(España), Margen Cero (España), Escritos desde la cueva (Argentina), Revista La Arboleda (Costa Rica),
El Rincón del Haiku (España), Revista Bestiario (Brazil) y Revista Chichimeca
(España). Ademas de formar parte de la III Antología de
Microrelatos Pompas de papel (España).
imagen: Kim Bertran Canut: Noche mulata suminístrame tu luz (Barcelona)
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