(Buenos Aires)
Araceli Otamendi
Silvia Plager nació en Buenos Aires. Entre sus obras de
ficción se cuentan Amigas, Prohibido
Despertar, Boca de tormenta, A las escondidas, Alguien está mirando, Mujeres
Pudorosas, La baronesa de Fiuggi, Nostalgias de Malvinas, novela histórica
escrita en coautoría con Elsa Fraga Vidal; Como
papas para varenicke, La rabina., entre otros. También es autora del libro
de ensayos, Nosotras y la edad. Ha
publicado el libro de humor, Al mal sexo
buena cara., entre otros. Ha
recibido los Premios:
Corregidor-
Diario El Día de la Plata,
Tercer Premio Municipal, Faja de Honor de la SADE. Fue
mencionada como “Mujer destacada en al Ámbito Nacional”, por la H. Cámara
de Diputados de la Nación
(1994) y con la Medalla Al
Mérito por la Comisión Permanente
de Homenaje a la Mujer Bonaerense
(2002).
Próximamente la editorial Planeta publicará
su libro Las damas ocultas del Greco.
La entrevisté para Archivos del Sur:
Entrevista
Araceli Otamendi: - ¿Cómo surge este libro
sobre las mujeres de El Greco?
Silvia Plager:- Hace diez años,
durante una visita a Toledo.
A.O. - ¿Qué trabajo de investigación hiciste
para escribirlo?
S.P.:- Busqué planos de la ciudad
antigua en la
Municipalidad de Toledo, leí muchísimo sobre
el Greco, la pintura del renacimiento, Felipe II, las beatas, las brujas. Todo
lo que tuviera que ver con España a mediados del siglo XVI: inquisición, la
reforma y la contrarreforma. Mi ficción toma como tema central el origen del
hijo de El Greco.
¿Su madre fue morisca o cristiana
nueva? La intriga y las pasiones en una época de persecución y prejuicio.
A.O. - Siendo El Greco un pintor que se ha
ocupado de la iconografía cristiana, escribir sobre él ¿te obligó a adentrarte
en el cristianismo?
S.P.: - Por supuesto: Santa Teresa
de Jesús, San Ignacio, la orden del Carmelo. El rey enlutado que afirmaba que
Dios aprobaba que los cuerpos ardieran en las hogueras no aceptaba las
interpretaciones religiosas de El Greco y prefería a pintores menores para su
gran mausoleo: El Escorial.
A.O.:- Vos has incursionado en
distintos tipos de novelas: en el humor como en el caso de Cómo papas para
varenicke, en la historia, con Nostalgias de Malvinas y Vernet,
caballero de las islas, en el ensayo, con Nosotras y la edad, en
el religioso, con La
Rabina, con qué tipo de temas te sentís
más identificada, ¿cuál te gusta más escribir?
S.P.:- Las damas ocultas del
Greco será mi libro décimo cuarto. Me aburriría escribir siempre lo mismo.
De 14 títulos, sólo cuatro se refieren específicamente a la colectividad judía.
A.O.:- Te lo pregunto con todo
respeto: ya que has abordado el tema de la religión con tu novela La
Rabina ¿sentís que sos una escritora que
representa a la
Colectividad o que sos una voz que
representa a la colectividad dentro de la Argentina?
S.P.:- No. Soy una escritora
argentina. No tengo idea a quién represento. La vida me interesa. Y como
derivado, todos los temas. Me siento cómoda en el humor, en el relato, en la
novela, en el ensayo, en los textos periodísticos. Mi madre era alemana. Mi
padre, polaco. Nací en un hogar judío pero fui a la escuela pública. Me crié en
el Once, barrio que dejé a los veinte años. Hace mucho tiempo que vivo en San
Isidro, Pcia. De Buenos Aires. Represento a los que se sienten representados
por mí. Pero desconozco quiénes son. Cuanto más diversos, mejor.
A.O.:- . Se va a reeditar tu novela La
Rabina. ¿Qué respuesta ha tenido la
novela? ¿Estás contenta con su difusión? ¿Qué ecos tuviste?
S.P.:-
Acaba de salir la tercera edición de La rabina. Las críticas fueron
elogiosas. Todavía circula por librerías y en muchas, está exhibida como si
fuera una novedad.
A.O.:- ¿Estás contenta con tu
carrera como escritora? ¿Qué otros proyectos tenés para más adelante?
S.P.:- Nunca me conformo. Gastón
Bachelard dijo: “A la vida hay que pedirle mucho para que te dé bastante”.
Estoy organizándome para una nueva novela: transcurrirá en nuestro tiempo y los
personajes serán, la mayoría, de mi generación. Después de La rabina,
que transcurre en Estados Unidos en la década del 70, y Las damas ocultas
del Greco, cuya trama se desarrolla en Toledo, en el siglo XVI, necesito
recuperar el lenguaje cotidiano.
A.O.:- ¿Podrías contar alguna manía
que tengas como escritora?
S.P.:- No música. No pajaritos. No
gente. No teléfono ni timbre. Y vestida con ropa cómoda.
A.O.:- ¿Cuáles son tus escritores y
escritoras favoritos?
S.P.:- Soy una amante promiscua,
lectora enfermiza. Si comienzo a citar nombres, se volverá tedioso. Los
clásicos, me gustan, los contemporáneos, también. Leo a autores argentinos. Leo
y leo.
A.O.:- . Has escrito obras en
colaboración con Elsa Fraga Vidal. ¿Cómo te resulta escribir una novela a
cuatro manos?
S.P..- En el caso de Nostalgias
de Malvinas y Vernet, caballero de las islas, fue muy divertido y
enriquecedor. Investigamos juntas, buscamos el tono adecuado para cada novela y
después, fue coser y cantar. Mucho trabajo. Pero un gran aprendizaje. La
crítica fue favorable y nadie notó la costura. La prosa fluía como concebida
por una sola persona.
© Araceli
Otamendi – Archivos del Sur – Todos los derechos reservados
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más información
sobre Silvia Plager y leer un cuento de la autora:
en espacio de autor, en Archivos del Sur.
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