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PARA QUE TÚ ME
QUIERAS
Para
que tú me quieras
recorreré
las calles
de mi
ciudad ya muerta,
y
habitaré las casas
tan
llenas de tu aliento;
me
bañaré en los ríos
del
mar de tus palabras.
Para
que tú me quieras
vagaré
solo y triste
al
lado de tu ausencia,
sintiendo
tu presencia
que
jamás me diste.
Para
que tú me quieras
bajaré
a los infiernos
que
nunca conocí;
visitaré
prostíbulos
de
pájaros fantasmas;
acudiré
a la taberna
de
aquí la más cercana,
a
embriagarme del vino
gozoso
de tu amor.
Para
que tú me quieras
abordaré
la nave
de
viaje al infinito;
y a
través del cristal,
sé
que podré mirar:
a
aquellos tragafuegos,
limpiadores
de vidrios,
pepenadores
de penas,
espantos
sin encanto,
labrados
por esta gran ciudad.
Para
que tú me quieras
profanaré
los templos,
destrozaré
a los dioses
cargados
de milenios,
y
acabaré por siempre
con
tanta fantasía.
Para
que tú me quieras
regresaré
contento
a mi
ciudad vacía,
la
poblaré a toda ella
con
gérmenes de amor.
Para
que tú me quieras
habitaré
tu rostro,
te
pediré que me hables
con
el silencio tuyo.
Para
que tú me quieras.
Ciudad
de México, 1 de marzo de 1984
PENSANDO EN TI
Escucha
pequeña,
a
veces
me
dan ganas de aprisionar al mundo,
demolerlo,
triturarlo y masticarlo.
Pero
en ese instante
me
detengo y reflexiono;
pienso
en ti,
y en
la ciudad que nos envuelve.
Pienso
en las largas y anchas avenidas
que
recorrimos juntos,
en
los atardeceres de álamos frente a la lluvia;
o la
lluvia simplemente mojando la sombra
[de nosotros.
Pienso
también, cuando era tu cómplice,
y los
dos escapábamos, a alimentar
[nuestro amor,
sobre
el pasto que crece
en
aquellos parajes y ruinas de encanto.
Tu
boca jadeaba, llena de pasión,
sangraban
tus labios deseosos de amor,
tu
mirada tierna penetraba en mi alma
provocando
en ella, profunda emoción.
Ahora,
mientras tu ausencia duerme
y las
nubes se pasean por toda la ciudad,
me
quedarán los deseos, de aprisionar al mundo,
demolerlo,
triturarlo y masticarlo.
Ciudad
de México, 22 de julio de 1984
EL VIAJE
Vislumbro
en tus ojos juguetones
las
preguntas rigurosas de siempre,
¿te
acordaste de mí en tu viaje?
¿qué
fue lo que me trajiste?
Pues
bien,
sí me
acorde de ti;
y te
traje:
el
olor que desprenden las plantas cuando
[llueve,
el
aire que me golpeó la cara en pleno viaje,
las
miradas alegres y tristes de la gente,
la
sonrisa franca que aflora en un amigo.
En
fin,
te
traje también:
el
suspiro que produce tu recuerdo.
Ciudad
de México, 4 julio de 1991
LOS
AMANTES LOCOS, VOLVERÁN
Volverán
los
amantes locos,
volverán.
Andarán
esta tierra y las calles desiertas
[sin hablar,
andarán
la ciudad,
y a
la mujer ardiente
la
amarán. La amarán locamente
sin
freno y con pasión,
teniendo
sólo en mente
una
bella ilusión.
Volverán
los
amantes locos,
volverán.
Soñarán
con sirenas, niñas buenas
[y el mar
pero
al buscarlas temo,
que
no las hallarán.
Volverán
los
amantes locos,
volverán.
Se
acercarán a un ciego y le preguntarán
si es
que es cierto que viven,
o
sueñan nada más.
Volverán
los
amantes locos,
volverán.
Vivirán
en tugurios
a fin
de conocer,
los
infiernos que Dante
nos
hizo ya saber.
Amantes
locos, amantes locos,
lo sé
que volverán.
Ciudad
de México, 23 de noviembre de 1993
(c) Erasmo Nava Espíritu sobre el autor:
Erasmo Nava Espíritu,
nació en Mochitlán, Guerrero, en 1950. Es licenciado
en Economía, egresado del Instituto Politécnico Nacional; obtuvo el
grado de Maestro en Ciencias en Planificación del Desarrollo Regional,
en el Instituto Tecnológico de Oaxaca. Actualmente se desempeña como
Vocal Suplente en las sesiones de Juntas Directivas de los Órganos
de Gobierno de los Institutos Tecnológicos Descentralizados a nivel
nacional, de parte de la Dirección de Institutos Tecnológicos Descentralizados,
dependiente de la Dirección General de Educación Superior Tecnológica
de la SEP. Ha sido Subdirector de Planeación y Vinculación del Instituto
Tecnológico de Chilpancingo, y Profesor en las materias de Sociología
Administrativa, Introducción a la Economía, Metodología de la Investigación
y Psicología Administrativa, en la misma institución. En octubre de
1997, inició la edición de la Gaceta de ese plantel, publicación
de aspectos académicos, culturales, deportivos y recreativos. El 11
de diciembre del 2002, Erasmo Nava Espíritu presentó su
libro de poesía titulado: Oración a los humanos
y otros poemas, en el Centro Cultural “Luis G. Basurto”, de
la Ciudad de México; obra que también presentó, en su pueblo natal,
Mochitlán, Guerrero, el 16 de abril del 2003. “En Cuando los Dioses
hablan y otros poemas, de lo cotidiano a
lo trascendente, Erasmo se encarga de señalarnos, una y otra vez,
que en lo cotidiano se entrelazan emociones, sentimientos y pensamientos
que crean un tejido imperceptible para los ojos distraídos por las
preocupaciones, la ignorancia y la indiferencia. En la presente obra,
Erasmo lo mismo le canta a las ciudades de México que a la pareja urbana,
ve en los cuerpos ansiosos de los amantes no sólo el deseo, sino la
vida misma que busca su cauce, hace de un hombre con el brazo enyesado
un acto estoico y, precisamente, un canto a la vida”.1Cuando los
Dioses hablan y otros poemas, de lo cotidiano a lo trascendente,
es una obra, en la que –como lo señala Abel Pérez Rojas en el prólogo
de este libro – el autor consiguió arrancar de los rostros e historias
cotidianas lo trascendente... ese es Erasmo Nava Espíritu.
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