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(Buenos Aires) Araceli Otamendi
Con una muestra - que incluye pinturas, dibujos, primeras ediciones, revistas fotografìas, cartas, postales - en la Casa de la cultura del Fondo Nacional de las Artes y un excelente catálogo se presenta en Buenos Aires la obra de una artista que formó parte de las vanguardias de principios de los años ´20.
Norah Borges transitó como artista una época irrepetible de nuestro país y con Petorutti, Antonio Berni y Xul Solar, por citar sólo a unos pocos, son algunos de los personajes que delinearon nuestra identidad por aquellos años.
Norah, hermana de Jorge Luis Borges, según cuenta su hijo Miguel de Torre Borges en el libro "Apuntes de familia" no concedía entrevistas ni aparecía en televisión y tampoco hablaba en público. Las instituciones oficiales no la reconocieron y los círculos académicos la mantuvieron ajena.
También según su hijo, "muy pocos escritores argentinos figuraban en su lista de elegidos: Mármol con su Amalia, Bernárdez, Mujica Lainez, Molinari, Silvina Ocampo, Mastronardi, Banchs, Mallea, al que leía - según dice Miguel de Torre Borges - con abnegación y entusiasmo, porque años atrás le habían gustado los "Cuentos para una inglesa desesperada" y porque era amigo de "Guillermo"."
"Bioy y Peyrou como escritores no la atraían pero admitía, eso sí, que eran buenos mozos y elegantes".
Norah Borges se casó con Guillermo de Torre.
Norah Borges, Musa de la vanguardia

Según Sergio Alberto Baur, uno de los curadores de la muestra junto a May Lorenzo Alcalá:
"La figura de Norah Borges como artista ultraísta, ilustradora de las publicaciones de vanguardia y, como más tarde escribiría su hermano Jorge Luis, una gran artista que ve espontáneamente lo angelical del mundo que nos rodea, fue, desde su llegada a España en 1918, no sólo la artista que le puso imagen a la literatura de renovación, sino que inspiró a poetas y escritores, como una musa de la vanguardia.
Sin duda, la posibilidad que tuvo Norah de vivir el clima de renovación literaria de los años 20, cerca de su hermano y de sus compañeros de ruta tanto en España como en la Argentina, contribuyó a que la artista fuera quien mejor interpretara plásticamente las ideas de los jóvenes escritores introducían en su nueva poesía.
Guillermo de Torre definió los caracteres más importantes de la escuela diciendo que ésta tendía ... preliminarmente a la reintegración lírica, a la rehabilitación genuina del poema. Esto es, a la captura de sus más puros e imperecederos elementos -la imagen, la metáfora- y a la supresión de sus cualidades ajenas o parasitarias: la anécdota o el tema narrativo, la efusión retórica.
Además de los manifiestos, que abrieron las puertas a los jóvenes de los años veinte para crear en un tono que desafiaba las premisas estéticas aceptadas hasta el momento, y que constituyen un sistema de opiniones juveniles, que alientan a la audacia, a la ruptura y a establecer un método común en la creación, otras fuentes nos permiten inducir el clima de ideas de estos años.
Tal es el caso de la obra de Jean Epstein La poesía de hoy, un nuevo estado de inteligencia, de 1920, que fue traducida por primera vez al español, en Buenos Aires, por la editorial Samet, pero que sin duda fue conocida con anterioridad, a través del capítulo que Guillermo de Torre le dedica en su libro Literaturas europeas de vanguardia, y por la presencia de Blaise endrars en España.
Con una mirada psicologista, Epstein plantea que el efecto de la literatura es satisfacer, ocupar valencias afectivas, disponibilidades sentimentales que la realidad deja temporalmente libres. ...".
Según May Lorenzo Alcalá, curadora de la muestra junto con Sergio Alberto Baur:

"Al principio no se sabía cuál de los dos sería pintor y cuál poeta, pero lo que estaba claro era que los dos hermanos Borges, Jorge Luis y Norah, iban a ser artistas. Él dibujó tigres desde los cuatro años, aunque después presumiría de estar signado para realizar la frustración literaria paterna y ella escribió versos inflamados de ardor patrio cuando, a los once, supo que toda la familia iba a emprender un largo viaje al viejo mundo, sin fecha de regreso. De hecho, de esa travesía iniciática volvieron, el uno escritor, la otra artista plástica.
Notas lejanas, el librito familiar que Norah Borges escribió e ilustró entre los once y los catorce años, fue su primer intento serio de acercamiento a la creación; sin embargo ha pasado siempre inadvertido, hecho verdaderamente sorprendente si se tiene en cuenta que su existencia era conocida - pues había sido citado en biografías de Jorge Luis Borges- porque posiblemete sea la prsentación del prolífico prologuista.
Ese manto de indiferencia se debe, en parte, a la atención centrada en la producción de Georgie, que tiende a obnubilar la temprana de Norah, pero también a la dificultad d investigar a fondo su primera etapa creativa, ya que las obras del período están diseminadas en un enjambre de publicaciones de vanguardia españols, francesas, belgas, polacas, argentinas y latinoamericanas en general - uruguayas, chilenas, peruanas, brasileñas-, no siempre asequibles ya que ella misma no fue demasiado comedida con sus óleos, grabados, tintas y dibujos previos a la década del '30; los que se conservan están desperdigados por lugares a veces difíciles de adivinar. Tal como su hermano, que no incluyó muchos de los poemas de la etapa europea en sus Obras completas, Norah prefirió hacer una selección personal de esa producción, conservando copias de sólo algunos grabados de los muchos que produjo para Reflector, Tableros, Ultra, Grecia, Baleares, Manométre, Prisma, Proa, etcétera..."
(c) Araceli Otamendi
Bibliografía:
Miguel de Torre Borges, Apuntes de familia, Alberto Casares Editor
las imágenes pertenecen al catálogo de la muestra editado por el Fondo Nacional de las Artes. |
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