NAUFRAGIO
Venía en el espolón de una barca
cuando rompieron mis costillas
las rocas de aquel desfiladero.
Conocí los mapas en el mercado
de Asia Menor. Los valles
y la cuesta de la Acrópolis.
Pero la tentación del oráculo
fue como una antorcha desnuda,
como el martillo de la noche.
Seguí las estrellas del Egeo,
los árboles y la sombra
de las aceitunas.
Perdí la barca
y el oro de los persas.
Perdí la muselina
y los cabos de madera.
Perdí las vísceras
y los anillos de tu amor.
(c) Radamés Buffa
Montevideo, Uruguay |