Vivo experimentando
Estoy tratando de hacer un experimento. Hurgo entre lo poco que tengo conseguido hasta ahora. Casi nada ganado. Todo casi perdido.
Lo reciclo en una noche inútil y de un tirón lo saco para ver qué pasa.
Las ideas más simples son las más complejas. Las más crueles no me dejan respirar y a veces abandono el encuentro fortuito y anhelado con esta necesidad, con este vicio orgulloso y lleno de misterios que, lástima grande, existe para pocos y para muy pocos tiene sentido.
No me va a alcanzar la vida para conocer a Literatura, conocerla literalmente: saber sus secretos, sus deseos, sus conflictos todos y más que todavía no me propuse. Pero quizá con Literatura baste para conocer la vida: el mundo está lleno de submundos que van naciendo y se van escribiendo. Que van cambiando y se van registrando. Que van quedando y nos van marcando. Que siguen siendo.
Si. El tesoro está abandonado. Se pierde entre otras cosas, entre las obligaciones, se lo hace a un lado, se lo deja para después. Lo que importa es la actualidad, diría mi mirada irónica. Pero cuando se mediatiza vamos todos corriendo a zarpazos, nos tironeamos de todos lados, nos empujamos, nos desesperamos al punto de que olvidamos lo que queríamos, nos alocamos como fanáticos inconscientes, nos aferramos como si se fuese a acabar pronto y después nos olvidamos cruelmente de ella. A ella no. A ella nada. Los méritos se los llevan otros de nuestra misma especie. Los agradecimientos, las felicitaciones y algunos que otros rencores que siempre se guardarán y algunos los agendarán y reprocharán para no perder esa maldita costumbre.
Y sin embargo la convivimos, la vivimos y nos vive en todas escenas y escenarios. Nos transgrede, nos cambia, se nos parece, nos hace levitar.
Ahora prefiero irme a fondo entre palabras para descubrir esos mundos que me atan a la sensación de estar ahí adentro. Otros mundos que alguien generosamente ha creado para mí. Gracias al sol que no puedo hablar de reflejo exacto de la realidad. Es ahí donde Literatura sigue naciendo.
Lo dije. Ahora puedo respirar…
(c) Natalia Pascuariello
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