(Buenos Aires) Hernán Díaz

Por primera vez se presenta una muestra individual del escultor Aurelio Macchi en el Museo Nacional de Bellas Artes.
Se incluyen 20 obras creadas en el transcurso de los últimos 40 años, o sea en el tramo más reciente de su dilatado y excepcional quehacer como escultor. Aurelio Macchi cumplió 90 años en enero de este año.

Simultáneamente, el museo recibirá, donada por la Asociación de Amigos del Museo una obra que dicha Asociación ha adquirido recientemente al artista.
Apreciado por varias generaciones de escultores que lo tuvieron como alumno, lo requirieron como colaborador o lo adoptaron como referente, admirado por otras tantas generaciones de alumnos que lo sufrieron y lo gozaron como maestro y orientador insobornable, respetado por los críticos más severos, alejado de cualquier compromiso capaz de distorsionar sus convicciones, Aurelio Macchi ha mantenido inalterables en el tiempo la firmeza de sus ideas sobre el arte, la consistencia de un oficio duramente conquistado, y el cálido humanismo de su carácter vital y campechano, capaz de conjugar la sinceridad más cruda con el humor punzante y la comprensión generosa.

Biografía
Aurelio Macchi nació en Buenos Airs el 27 de enero de 1916. Cursó estudios en la Escuela Nacional de Artes, egresando en 1937 con el título de Profesor Nacional de Dibujo. Estudió escultura como aprendiz en el taller de Oliva Navarro, iniciándose en el modelado y el moldeo. Paralelo a sus estudios de Arte en la Academia, concurrió al taller del animalista Emilio Sarriguet, como ayudante para el monumento a Roca, emplazado actualmente en el Centro Cívico de Bariloche.
Frecuentó también el taller de Ibarra García y otros escultores no muy conocidos. Finalmente trabajó junto a Líbero Badií en el taller de José Fioravanti para el Monumento a la Bandera de Rosario.
En el año 1949 obtuvo la beca Patroneé, otorgada por el Gobierno de Francia. Concurrió en París al taller de la Grand Chaumiére dirigido por Ossip Zadkine. Entusiasmado por sus enseñanzas tan dferentes a las impartidas en Buenos Aires, asiste a su taller durante dos años. Aún hoy recuerda sus clases magistrales. Posteriormente en España frecuentó el taller de Ferrant y, en Italia tuvo contactos con Fontana.
A su regreso, incorporó en su obra las enseñanzas de Zadkine. Ejerció la docencia como profesor de dibujo en la Escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano, de Escultura en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón y en la Universidad Nacional de La Plata, ganados por concurso.
Ha participado en diversas exposiciones en España, Estados Unidos, Hungría y Brasil.
De una exposición de Arte Sacro en Frnacia en el año 1967, mereció elogiosos comentarios de André Malraux.
Sus obras figuran en museos de Buenos Aires, La Plata, Tandil, Mar del Plata, Bahía Blanca, Rosario, Santa Fe, Córdoba, Tucumán, Santiago del Estero y en la Casa Argentina en Nueva York.
En el año 2006, la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en el marco del Programa de Estética Urbana, adquiere la obra Cariátides para su emplazamiento en los jardines del Museo