En el lago escribes páginas claras que leerán,ellas, las alas del viento y una memoria de nubes vendrá hacia el vestido de los enigmas y los celos que disipan los tiempos de la memoria, pero el cerezo, aquèl que ha sido enhiesto y amigo de la casa, nunca ha estado de rodillas, y en el invierno han venido otros pétalos a caer con sandalias de miel; descalzas las poetizas beben y se extasian como salmos, pero aqui no ha venido nadie y el que duerme en el suelo es el invierno, un poeta y una memoria olvidada; ellas se miran y con sus trapos hacen otras geishas y se miran y besan,y aunque vengan otras guerras cenizas y aureolas vanas, ellas las niñas de octubre tendrán pupilas que ningùn mal retendrá y alzaran sus géneros salpicarán sus rodillas antes que se extinga la especie, y sus pieles le dirán al lago somos nosotras, la tersa continuación de lo que ha sido una vez transparencia
(c) Hugo Matías Zeoli
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