RESPUESTA: Imagínate... Tenía así un montoncito de edad... Dejar las canchas, el barrio, los amigos, los sueños de la infancia, la pelotita... Yo ni siquiera había terminado la segundaria.
R: Sí, casi treinta años después.
R: Sí. Ha sido muy lindo todo eso. Walter Saavedra y los demás muchachos de la Radio Mitre siempre me llaman y charlamos en el aire. Con Valdano mantenemos un fluido contacto. Ahora viene a Chile y nos veremos.
R: Claro, el primero. Los demás son periodísticos, históricos. El mío son cuentos literarios de fútbol, crónicas y pensamientos.
R: Sí, lo es. Yo llegué siendo casi un pibe a la Argentina. Viví tres años, hasta el golpe de los militares. Tuve muchos amigos, me ayudaron mucho, no sólo a mí, sino a miles de chilenos que huían de la dictadura. Todavía mantengo ese amor por Argentina. Cada vez que puedo me arranco para allá. Estoy pendiente de lo que ocurre.
P: Ves mucho fútbol...
R: Sí, todo. Estoy al día de lo que pasa. Acá me veo con amigos argentinos, casi todos ex jugadores y charlamos. Cuando era Agregado Cultural de Chile en Uruguay, pasaba más en Argentina...-ríe-.
P: ¿Sirve el fútbol como experiencia para la creación?
R: ¡Totalmente! El fútbol es permanente creación. Magia. Inventiva. Arte. Pocas cosas están representadas de la vida, de mejor manera, como es el fútbol. Si tú llevas aquel simple juego a la calle, te darás cuenta de que siempre estamos esperando un pase perfecto que nos lleve al éxito. Que siempre debes estar atento a los movimientos de quienes te vigilan. Que a veces corres, te esfuerzas, levantas las manos, pegas grito, esperando un balón o una ayuda que jamás llega... Que - sigue fascinado por el tema-, esa pelota que viaja por el aire jamás se sabe cómo descenderá, así como jamás se sabe cómo reaccionarán las personas...
P: Eres un agradecido del fútbol...
R: Sinceramente todo lo que sé lo aprendí de muy niño en los camarines, en las canchas, escuchando a los viejos... Todavía pienso como un jugador... Eso no se pasa nunca.
P: ¿Cómo te hiciste escritor?
R: La verdad, no sé... Es lo mismo que en el fútbol, uno juega porque le gusta y tiene facilidades innatas. Aunque pienso que puede ser porque también es un oficio donde se crea. Se inventan cosas...
P: De tu generación eres quien más producción literaria tienes, de dónde surge esa facilidad para escribir...
R: Yo qué sé... A mí me gusta escribir y cuando no lo hago soy un infierno... Un infeliz. Creo que ya lo dije: uno escribe porque le gusta. Esa es la respuesta. Lo demás es adorno. Juego florales.
P: ¿Y eres feliz cuando creas?
R: Sí, porque uno está inventando algo, bueno o malo, que antes no existía en la tierra. Ese momento, cuando lo estás creando, para mí es hermoso. Inexplicable. Ver caer palabras y frases antes no vistas es un deleite que sólo uno puede entender. Después, cuando el libro sale, desaparece todo ese cariño.
P: ¿Qué te ocurre cuando terminas un libro?
R: Quedo cesante...-ríe-. Con duelo literario. De modo que empiezo a buscar trabajo lo más rápidamente posible para hacer más agradable mi vida - vuelve a reír-.
P: Ahora sale tu novela Las Vírgenes no Llegarán al Paraíso...
R: Sí, la tercera semana de noviembre la presentaremos.
P: ¿Puedes contar en qué consiste?
R: Soy malo para explicar mis libros... Supongo que se trata de la vida. Aunque es una historia de amor, que ocurre en dictadura. A mis amigos les he dicho que apenas salga el libro se los enviaré: para que me representen, me defiendan y lo comenten por mí...Creo que esta vez me metí en un lío innecesario...
P: Por qué...
R: Y... Al personaje le gustan las chicas vírgenes, viste... ¡Y este hijo de puta me eligió a mí para que diera a conocer sus obsesiones!
P: ¿Te refieres al personaje central del libro!
R: Sí, a él. Pobre muchacho.
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