
(Buenos Aires) Araceli Otamendi
Con gran asistencia de público se inauguró la muestra del pintor argentino Carlos Alonso en el Fondo Nacional de las Artes. Las obras expuestas son el fruto de un diálogo entre el artista y los grandes maestros de la pintura. Según palabras del curador Alberto Giudici -quien ha curado varias muestras del pintor, una de ellas en Valencia-"es un diálogo que transmuta en soliloquio sobre el destino de la pintura, un destino cuestionado a partir de los años `60 cuando el joven artista ya era reconocido y admirado.
La vaticinada e inminente muestra de la pintura - parafraseando a Mark twain, la noticia fue un tanto exagerada - lo obsesionaba y fue por entonces que la figura entrañable de su maestro, Lino Enea Spilimbergo, tendió los lazos para esa primera relación dialógica con el arte. "A tres años de la muerte de Spilimbergo y ante la crisis generalizada por el cuestionamiento de la pintura y su finalidad, surgen en mí las imágenes del viejo maestro y trato de reivindicar en ellas el oficio cuestionado."Y es cuando alonso acomete la dramática saga de esa sombra querida, la de don Lino lacerado, consumido por el alcohol, solitario en su humilde casita-refugio de Unquillo donde fue hallado muerto la mañana del 14 de marzo de 1964.
"En Unquillo lo vi azotado por la enfermedad, con eczemas en las manos y en las piernas, lo vi vendado; lo vi sufriente; casi olvidado. Me impresionó mucho. Sentí que alguien tenía que decir eso, que no estaba el gran maestro adorado por sus discípulos, consagrado por la crítica, comprado por los coleccionistas. ¡No! Había una ruina, algo que finalmente era el propio destino de cada uno."
En pocas semanas, realiza 43 obras que exhibe en la Art gallery International con el título Todo Lino. Cuando se esperaba un edificante monumento escolar, Alonso se atreve a bucear detrás de las llagas visibles de Spilimbergo, para develar otras más profundas que devoraron sus últimos años de artista y a través de esa imagen desolada, la del destino de la pintura misma. La muestra levantó polvareda pero fue un hito y el comienzo de una reflexión sobre la condición creadora que Alonso no ha dejado de frecuentar.
Alonso tiene a retratar la esencia. Son genios consagrados pero su mirada no los ubica en el éxito, rodeados de discípulos y coleccionistas. No fue el mercado el que les dio su valor, sí apenas un precio. el valor no se los concediónada, les fue inherente a su condición de artistas."
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la muestra se puede visitar en la Casa de la Cultura del Fondo Nacional de las artes, Rufino de Elizalde 2831, Buenos Aires
hasta el 23 de septiembre de 2005
imagen: retrato de Vicente van Gogh, 1970
acrílico sobre tela, 60 x60 cm
colección particular
(c) Araceli Otamendi |