Entre el amanecer y las siete hemos previsto
la llegada de un libertario cargamento de pájaros.
Existen aún disposiciones para derrotar las jornadas
de cualquier pasajero con amores prohibidos.
De generosa alma. Se ha alarmado el mundo
por nacimientos febriles donde depositar las ganas,
un trasplante de glorietas,
y la malversación de los asustados
ya dispuestos a no entrar
ni en galera o túneles disipados. Todos los instrumentos de la magia
están convocados para la tardecita.
Y los abandonados y los desencuentros
ya no estarán desnudos en calles deshabitadas. Despeinados e intrépidos,
en los claros incendios que acompañan
a los habitantes de puertos sin comarcas.
Hemos luchado contra las plagas y los deslizamientos
y contra qué no,
resistimos el invencible clavecín de los besos .
Perforamos un arcoiris de sobrevivientes maltrechos,
y con sus memorias editamos canciones
para depurar los siniestros.
El cargamento de pájaros libertarios está al llegar.
Lentamente en el último tren desconocido:
hecho tierra,boca abajo contra el trigo .
(c) Alfredo Ariel Carrió de la Vandera- Todos los derechos reservados