Profesionales de la universidad asesoran en comercialización, distribución y envasado, entre otros temas. Los rubros van de elaboración de alimentos a confecciones textiles, pasando por jardinería.
En el marco del convenio entre la Universidad Nacional de Lanús (UNLa) y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Centro de Formación Profesional (CFP) de la UNLa se ocupa de asignar, coordinar, orientar y administrar tutorías profesionales a 34 microemprendimientos del Plan Manos a la Obra, que le encomendó el Ministerio de Trabajo de la Nación.
Los emprendimientos son llevados a cabo por grupos de entre tres y quince vecinos beneficiarios de los planes Jefas y Jefes de Hogar Desocupados y los rubros son variados: van de confecciones textiles a la elaboración de alimentos, pasando por la fabricación de pañales y la prestación de servicios de fumigación y jardinería. El objetivo es incorporar al mercado laboral a aquellas personas que están desempleadas.
Los tutores asesoran sobre todo el proceso de venta. Es decir, enseñan planes de negocios, estrategias de distribución, marketing, costos de producción, análisis de la competencia y diseño de envases. "Los profesionales, por ejemplo, le indican a los emprendedores la posibilidad de éxito de acuerdo a diferentes variables: demanda, cantidad de competidores en el mismo rubro, etc. Así, en los casos que haya un grupo que quiera fabricar un producto que ya se esté vendiendo en su barrio, se les indica en que otra zona pueden comercializarlo", explica Máximo Giordano, responsable del CFP.
Y agrega: "La etapa operativa está en pleno funcionamiento. En el circuito interviene también el Municipio, que es el encargado de comprar y entregar los materiales que cada microemprendimiento requiere con fondos que le transfiere la Nación. La UNLa comienza las tutorías una vez que los emprendedores recibieron los elementos necesarios para su actividad".