(Buenos Aires) Macarena Basterrechea
Llanto de perro, una vulgaridad contemporánea, representada en el Teatro del Pueblo presenta tres personajes atrapados en un destino común. De índole naturalista, los personajes son confrontados por una visitante de la ciudad, una mujer joven y desubicada que llega a relevar datos para una encuesta.
Así las vidas de esos tres personajes que viven en un rancho en el campo, por un momento vislumbran los adelantos de la técnica como el teléfono celular que la encuestadora trae. En el rancho hay luz eléctrica y un antiguo tocadiscos donde pasan las mismas melodías una y otra vez.
A pesar de la visita, las rutinas de los personajes apenas se interrumpen. La obra es en sí una metáfora del desconocimiento entre los seres humanos, desconocimiento de formas de vida, desconocimiento del "otro". La visita de la ciudad llega al campo y a ese rancho perdido sólo motivada por una encuesta. El tema no nos resulta ajeno a los argentinos donde todavía conviven las enormes desigualdades sociales, los ricos cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres.
El tema de la confrontación entre la ciudad y el campo también se pudo ver en teatro y no hace mucho tiempo en la obra Rancho, una historia aparte, estrenada en el Teatro San Martín. Pero en este último caso, los habitantes del campo llegaban a la ciudad a visitar a una pariente incomprensiva.
En Llanto de perro, espectáculo con ternura y humor, los actores logran conmover al espectador, lo que no es poco dentro de la enorme cantidad de espectáculos teatrales que se estrenan semana a semana en Buenos Aires.
Buena la dirección de Andrés Binetti y Paula López.
El elenco está integrado por Marianela Iglesia, Gabriela Jost, Alejandro Lisfschitz y Paula López. La asistencia de dirección está a cargo de Andrés Binetti y Paula López. La escenografía y el vestuario es del Teatro de los Calderos.