  
(Buenos Aires) Araceli Otamendi
Mientras el crítico norteamericano Donald Kuspit autor de El fin del arte sostiene en una entrevista publicada en el diario El País de España que después de "el fin del arte" - refiriéndose al arte conceptual y a las perfomances que en principio surgieron contra la mercantilización del arte pero que ahora también se venden - perdurarán los Nuevos Maestros Antiguos entre los que incluye al pintor Lucian Freud, por ejemplo en la National Gallery de Londres se puede ver la exposición Caravaggio: los últimos años.
En esta última muestra se pueden ver obras pintadas por Michelangelo Merisi da Caravaggio pintadas durante los últimos años de su carrera.
Tanto en Lucian Freud como en Caravaggio el tratamiento pictórico de la figura humana tiene una gran importancia.
En Buenos Aires, en el Museo Nacional de Bellas Artes se puede ver la muestra de Ariel Mlynarzewicz. Según palabras del Director del Museo Arq. Alberto Belucci, "Con cuarenta años flamantes y una intensa actividad artística a cuestas como dibujante, grabador y pintor - pintor de cuadros como se autotitula- , Ariel Mlynarzewicz ha alcanzado una madurez artistica que lo coloca entre los artistas locales más fértiles y destacados de su generación.
Definitivamente, Mlynarzewicz es un pintor de cuadros que cree en la pintura, que sabe pintar, y que es capaz de hacerlo con alegría y sin temor. Como Don Quijote, Ariel no se arredra ante los fantasmas ni ante los tamaños. Seguro en el dominio de su oficio, los embiste a puro corazón y a puro pincel y - a diferencia del Caballero de la triste Figura - logra vencerlos y acabarlos, uno a uno o varios a la vez.".
El artista presenta una serie temática sobre la familia. Mlynarzewicz ha pintado su familia, le interesa la pintura y especialmente la figura. El título del tríptico de grandes dimensiones alude al de Gauguin: Quiénes somos, de dónde venimos, adónde vamos sin embargo el sentido y las imágenes son diferentes. En la obra de Mlynarzewicz hay diversos personajes en diferentes tiempos. Un niño con una pelota en las manos, personajes de una familia en diferentes etapas de su vida, juegos de madre e hija. El espectador puede armar al contemplar el tríptico, si quiere, historias. Serán las que sugieren las obras de Mlynarzewicz. Las figuras humanas de gran tamaño y pintadas con mucho oficio presentan y revelan, tal vez, al mismo tiempo enigmas del que todos somos parte.
Según palabras del escritor Martín Caparrós en el catálogo de la muestra y refiriéndose al tríptico: "Acá hay, más que nada, un espacio hecho de tres, un gran espacio: Quiénes somos, adónde vamos y de dónde venimos. Las preguntas que importan, se sabe, son las que no están hechas para encontrar una respuesta.
En quiénes adónde dónde las figuras ya están, parece que han llegado a alguna parte. El fondo, en cambio, es amenaza: los movimientos que se intuyen, lo que puede pasar, lo que hay detrás siempre de una familia.
En quiénes adónde dónde están esas grandes dimensiones de fondo sereno, esas perturbaciones marejadas, esos coros de color que Mlyn suele ponerle a sus colores y, contra ellos, deshaciéndose de ellos, el retrato interesado de una flia argentina: Mlynarzewicz."
El crítico de arte Donald Kuspit, refiriéndose a pintores como Lucian Freud afirma que son gente que domina el oficio, hacen obras preciosas, pero también tienen una dimensión conceptual y tratan de integrar las ideas y técnicas de los Antiguos Maestros con las de los Maestros Modernos. Eso es lo que está presente en esta muestra presentada en el Museo Nacional de Bellas Artes.
(c) Araceli Otamendi
sitios relacionados:
www.nationalgallery.org.uk/exhibitions/caravaggio.
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