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Pensamientos sobre el artista
He aquí a un artista que hace pintura, no sólo por pintar, sino para liberar fuerzas líricas y dramáticas que contiene en sí aprisionadas. Su obra no es especulación de “atelier”, propia de las discusiones estéticas sin fin de los aficionados y críticos. Como los Maestros de otros tiempos, Portinari, en andamios, pinta para los demás sobre frescos o a témpera, grandes conjuntos laicos o religiosos de su tierra o de los Estados Unidos. Estos conjuntos no son “decorativos”; en ellos viven seres asociados entre sí no por gestos gratuitos, generadores de arabescos y armonías, sino por el drama humano.
Solo, en el otro extremo del mundo, este pintor brasileño alcanza espontáneamente el sentido social, cuya inquietud empieza a despuntar entre nosotros. En él todas las fuerzas de expresión se enfrentan como si su corazón encerrase la virginidad de un mundo. A la par con telas en colores matizados, impregnadas de ternura, otras de un expresionismo punzante, cuya violencia desmedida sorprenderá tal vez a este ambiente parisiense, habituado a ver respetados, incluso dentro de la audacia, los cánones elaborados en treinta años de especulaciones plásticas que constituyen el “buen tono”.
Violencia que nace de la propia tierra que la generó, como un viento poderoso, esta tierra exuberante de los trópicos, que tiene la fuerza para asimilar en una sola generación, a los hombres llegados de todas partes del mundo, a tal grado que logró con elementos aborígenes e importados de lo más dispares, modelar una unidad nacional sorprendente: Brasil.
Germain Bazin - Conservador en Jefe del Museo del Louvre, Paris.
… Candido Portinari nos engrandeció con su obra de pintor. Fue uno de los hombres más importantes de nuestro tiempo, pues de sus manos nacieron el color y la poesía, el drama y la esperanza de nuestra gente. Con sus pinceles, buceó hondamente en nuestra realidad. La tierra y el pueblo brasileños - campesinos, retirantes, niños, santos y artistas de circo, los animales y el paisaje - son la materia con que trabajó y construyó su obra inmortal…
Jorge Amado – escritor brasileño
La obra de Portinari puede verse como un majestuoso contrapunto entre el drama y la poesía, entre lo trágico y lo lírico, entre la furia y la ternura. Durante toda su vida, el pintor se debate con esta dicotomía, que va evolucionando con el tiempo, de lo regional a lo universal. Si al principio sus criaturas son niños y niñas de Brodowski, al final son criaturas universales, como en el bellísimo coral de niños de todas las razas, que se destaca en el mural “Paz”, para la sede de la ONU en Nueva York. Si al principio sus “Pietás” son migrantes nordestinos, en el mural “Guerra” son madres universales. Podemos ver en la trayectoria de este pintor la demostración literal de la frase de Tolstoi “si quieres ser universal, empieza por pintar tu aldea…”. Portinari cumplió literalmente este recorrido, de Brodowski a la ONU.
João Candido Portinari – director del Proyecto Portinari.
...Lo exalto porque pintó y dibujó lo que en su mundo vive y muere – aunque lo amplíe hasta alcanzar el mundo de los otros – y lo que duele con ese dolor que no se extingue, en la herida siempre abierta de la angustia, su cuaresma y salvación. Y porque no se agota en la protesta viril, sino que dispara rumbo al futuro en un canto lírico de esperanza...
Jorge Romero Brest - Crítico de Arte Argentino
… En verdad, nosotros no consideramos aquí a Portinari como a un extranjero; Portinari es un gran pintor que habla el mismo lenguaje que nosotros, ese lenguaje que hace a la grandeza de los franceses, de los brasileños, de los hombres; este gran lenguaje que no se deja acallar por nada, por ninguna consideración de escuelas y que, sin embargo, tiene la riqueza de toda la ciencia de los maestros modernos de toda la gran tradición de la pintura. Es precioso para nosotros que venga a expresarse así en París, donde por cierto ayudará incluso a los de la Escuela de París, que muchas veces se juzgan los maestros del mundo, a vencer sus pequeñas aprensiones, sus pequeños complejos y su pudor…
Louis Aragon - Escritor francés
en la fotografía:
Grupo de niñas, 1940. óleo sobre tela, 100 x80 cm
Col. Museus Castro Maya |
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