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(Buenos Aires) Ariel Burzaco
En la mesa redonda organizada por la revista Archivos del Sur en el marco de la XXX Feria Internacional del libro de Buenos Aires participaron las escritoras Josefina Delgado, María Cristina da Fonseca, de Chile y Araceli Otamendi. En primer lugar Araceli Otamendi, quien coordinaba el acto le dedicó la mesa a la memoria de la escritora argentina María Esther de Miguel, quien murió el año pasado. La directora de la revista destacó una frase de María Esther de Miguel, una de las lectoras más leídas durante los últimos años en la Argentina, quien decía “yo soy flor de ceibo" , donde aludía a esa la flor, símbolo de la Argentina, una metáfora a la que apelaba la escritora para expresar lo que significaba ser muy conocida en su país y poco en el exterior, como por ejemplo en el caso de Chile, país vecino donde prácticamente no se la conocía. Tampoco había traducciones de sus obras para leerlas en otros países. Josefina Delgado, escritora y crítica literaria, amiga de María Esther de Miguel, destacó entre las obras de la escritora el libro “Espejos y daguerrotipos” y “La amante del restaurador” como sus mejores obras. Además de estos libros de la escritora, Delgado destacó la personalidad generosa, su disposición de ayudar siempre a los demás, su calidad humana, su apertura mental.
María Esther de Miguel había nacido en la Provincia de Entre Ríos, al igual que Juan José Manauta e Isidoro Blaisten, otros escritores cuya obra el público debería tener en cuenta afirmó Josefina Delgado. Cuando decimos que vamos a hablar de literatura latinoamericana en realidad seguramente querríamos decir que vamos a hablar sobre literatura argentina, destacó Delgado.
En cuanto al panorama de la literatura en Chile, María Cristina da Fonseca, aclaró que distinguía entre dos literaturas: la que editan las grandes editoriales ubicadas en Europa y Estados Unidos ofrecida en grandes tiradas y la pequeñas editoriales independientes como así también la literatura que se publica en internet.
Respecto a esta última, Da Fonseca destacó que siempre está haciéndose a espaldas de la ya mencionada industria editorial, circula por otros canales y permanece generalmente desconocida salvo para ciertas regiones o grupos de lectores. Destacó también la literatura que se publica y encuentra con el lector a través de internet como el caso de la revista Archivos del Sur y otros sitios que difunden autores latinoamericanos. Es injusto e impreciso actuar como si la literatura que llega a nuestro continente fuera sólo la que nos llega de afuera y cierta parte del mundo, por la vía de las grandes editoriales de Estados Unidos y Europa. La literatura en español, dijo la escritora chilena, aunque ocupa casi monopólicamente el espacio de comunicación, de crítica y de la atención de nuestros centros, nunca ha mostrado un verdadero espíritu de investigación hacia el otro tipo de literatura. También ocurre, dijo Cristina da Fonseca dadas las exigencias del mercado, que se imponen por ejemplo, literaturas producidas por mujeres u hombres de menos de treinta años u otras características más relacionadas con una moda que con la literatura. La literatura que parece representarnos, dijo, ya no es lo gloriosa que fue en la época del boom con la cual las obras irrumpieron en el panorama mundial de las letras sino, que gran parte de la literatura que se produce en occidente es en general ambiciosa, poco vital y carente de profundidad.
Por otra parte, para ilustrar lo que sería la literatura latinoamericana actual Josefina Delgado apeló a una buena cantidad de libros del escritor chileno Roberto Bolaño, entre ellos “Estrella distante” y “El gaucho insufrible”. Bolaño, fallecido durante el año 2003 se impuso como uno de los grandes narradores latinoamericanos. En “Los mitos de Chtulhu”, un texto incluido en “El gaucho insufrible”, Bolaño dice:
“...La literatura latinoamericana es Isabel Allende, Luis Sepúlveda, Ángeles Mastretta, Sergio Ramírez, Tomás Eloy Martínez, un tal Aguilar Camín o Comín y muchos otros nombres ilustres que en este momento no recuerdo”. Novelas como “Estrella distante”, por ejemplo, son difíciles de encontrar en Buenos Aires, dijo Araceli Otamendi y relató la peripecia de buscarla en una librería ubicada en el centro de la ciudad cuando la fue a comprar. Hasta tuvo que discutir con el vendedor, quien no había leído a Bolaño y preguntaba por las razones de leer ese libro. “Si los medios no lo comentan, para qué leerlo” era el argumento del vendedor. Entonces se plantea que se venden libros de acuerdo con el marketing y lo que los suplementos literarios de los diarios publican y no necesariamente de acuerdo con los valores literarios de los libros, afirmó Josefina Delgado. En cuanto a los suplementos literarios, ocurre en muchos casos que libros de gran calidad literaria no se comentan, ya que en muchas veces los suplementos literarios son sectarios, funcionan como un círculo cerrado donde no cabe ninguna obra de autor que no pertenezca a ese círculo de amistades, afinidades y otras ligazones extraliterarias. Otro tema que afecta a la literatura es el de los concursos, en muchos casos fraguados, dijo Delgado y citó un caso que fue ampliamente difundido al público en la Argentina y en otros casos, cuando los ganadores de los premios son escritores que ya publican con el sello editorial que organiza el concurso.
Otros destacados escritores argentinos y latinoamericanos dijo, se han prestado a escribir novelas “con receta” para ganar un concurso y eso va en desmedro de la calidad literaria. Escribir con receta es algo a lo que no deberían prestarse los verdaderos escritores, remarcó Josefina Delgado.
Un caso distinto es el de Premio Herralde que ganó el escritor argentino Alan Pauls, un buen escritor y ese es un premio prestigioso y considero que está bien ganado, afirmó la escritora argentina.
Lo otro es engañar al público, dijo porque en general los lectores no conocen estos mecanismos de promoción y marketing de escritores. No es lo mismo vender un paquete de jabón que un libro, afirmó Josefina Delgado, y en el caso de un libro se puede hacer mucho daño mediante el engaño. Araceli Otamendi intervino y recordó que se había animado a presentar su novela policial “Pájaros debajo de la piel y cerveza” al concurso organizado por la Fundación El libro, en el marco de la XX Feria Internacional del libro de Buenos Aires, cuando supo que el premio era únicamente la edición del libro y no había un premio en dinero, entonces confió en la honestidad del concurso, donde además no se conocía el jurado de antemano. En ese concurso para escritores con obra totalmente inédita, fueron jurados María Esther de Miguel, Josefina Delgado y Luis Gregorich, a quienes Otamendi no conocía en ese entonces. Por otra parte, tanto Delgado como Da Fonseca destacaron la existencia de una literatura llamada latinoamericana que producen algunas escritoras chilenas y centroamericanas con gran éxito de ventas. Las características de esta literatura serían una mezcla de novela rosa, cocina y algunos otros ingredientes de moda. Estas son literaturas que se escriben con receta, dijo Josefina Delgado, porque saben que configura un éxito de ventas, es un gran error en el que caen también buenos escritores. Otro escritor citado por Josefina Delgado como ejemplo de escribir buena literatura es César Aira. Entonces Araceli Otamendi citó el caso de César Aira, un buen escritor que produce cuatro o más libros por año y no se advierte que siga una receta para escribir un éxito. Aira tiene prestigio y reconocimiento de crítica y de público, dijo. Tampoco creo, dijo Otamendi que Julio Cortázar escribiera con una receta y que no incurriría en algo así para lograr un éxito de ventas.
Otro tema que se trató en la mesa fue el del español neutro usado actualmente en muchos casos por escritores con el fin de lograr más fácilmente que sus obras sean traducidas. Eso ya se intentó en los años 80 dijo Delgado y fue un fracaso. Aunque se traduzcan más fácilmente los libros a otros idiomas porque están escritos en español neutro, ¿para qué se hace eso? Se preguntó, si tampoco llegarán los libros a los lectores de otros países. La verdadera literatura es algo que no tiene que ver con el marketing, las recetas para producir un libro exitoso, los concursos fraguados, y el español neutro remarcó Delgado. La mesa redonda terminó con un debate y un intercambio de preguntas y respuestas con el público. Lo que sí quedó claro es que escribir y editar un libro no es producir cualquier mercancía y eso deberían tenerlo presente más que nada los escritores. |
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