Testimonio de Emilia Puceiro de Zuleta
Profesora, miembro de la Academia Argentina de Letras
Julio Cortázar como profesor en la Universidad Nacional de Cuyo
Conocí a Cortázar en Mendoza cuando se llamaba Julio Florencio Cortázar y acababa de dejar su cargo de profesor de secundario en la provincia de Buenos Aires. De Buenos Aires . llegó a la Universidad Nacional de Cuyo como profesor de literatura francesa y de literatura inglesa, Tuve el privilegio de ser su alumna en ambas cátedras. En la primera el tema desarrollado era un panorama desde Baudelaire al surrealismo. Este último movimiento era su pasión, recuerdo especialmente sus clases sobre el conde de Lautremont y de sus Cantos de Maldoror. Llevaba a las clases sus traducciones propias y se detenía en cada verso "fulgurante"con su erre arrastrada o gangosa. En el curso de literatura inglesa vimos los tres poetas máximos Byron, Shelley y Keats,. Precisamenteen aquella época él escribe su primer ensayo crítico títulado La urna griega en la poesía de John Keats que fue publicado en la revista de estudios clásicos de nuestra facultad. Otro aspecto de su actividad ahí fue el intercambio amistoso con los que fuimos sus discípulos. La facultad funcionaba en dos viejas casonas criollas adosadas en el centro de la ciudad. había un patio con una higuera y otro con un naranjo y un ombú. Allí estaba el club universitario, donde profesores y alumnos prologábamos el intercambio pedagógico y las charlas amistosas. O escuchábamos los discos de jazz que aportaba algún compañero aficionado. Creo que por entonces se fue acentuando su predilección por esta música norteamericana , lenguaje universal tal como él lo describe en alguna página de Rayuela.
Otro aspecto de su biografía de esos años era la elaboración de los primeros cuentos que integrarían el volumen titulado “Bestiario”. Como Borges probaba sus cuentos narrándolos para recoger las impresiones de los lectores antes de escribirlos.
Esta etapa finalió abruptamente cuando la presión en la etapa peronista hizo dificultosa su vida en Mendoza.. Participó de la toma de la facultad por los alumnos y hasta compuso el himno de la toma de la facultad . Renunció con una carta conmovedora que envió al centro de estudiantes del cual yo era secretaria de actas. Viajó a Buenos Aires donde se incorporó como uno de los gerentes de la Cámara argentina del libro . Poco tiempo después viajó a París para iniciar un nuevo ciclo intelectual, creador de ficciones, de ensayos, de traducciones.
Dejaba atrás aquél brillante intermedio de profesor de literatura que hacía comprender y gozar los textos a algunas decenas de estudiantes deslumbrados.
(testimonio de Emilia Puceiro de Zuleta para Archivos del Sur, 5 de febrero de 2004).
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