"Era como en los buenos tiempos pasados cuando todavía creíamos en los veranos en los hoteles y en la filosofía de las canciones populares" Scott y Zelda Fitzgerald
Balnearios, una película de Mariano Llinás
(Buenos Aires) Araceli Otamendi
Dentro del ciclo de cine del Malba, llamado “La película del mes” para el mes de noviembre se puede ver la película “Balnearios” del joven director argentino Mariano Llinás. Este ciclo está destinado a la difusión de films que pese a su valor artístico, no tienen la oportunidad de acceder a los circuitos convencionales de exhibición o lo han hecho de manera efímera en salas obsoletas o en condiciones desfavorables, permaneciendo de esta manera ocultos a un potencial público.
Presentada como un documental “Balnearios” es una serie de cortos sobre un mismo tema: los balnearios, ciudades y pueblos marítimos destinados a las vacaciones. La primera parte, filmada en Mar del Sur, playa ubicada a unos 16 kilómetros de la ciudad de Miramar también una ciudad balnearia en el sur de la Provincia de Buenos Aires introduce al espectador en lo que parece una película de misterio. Y sí, el Hotel "Boulevard Atlántic", que se empezó a construir en el año 1883 y ha sido declarado monumento histórico es digno de protagonizar una pelìcula de misterio, dado el carácter de la historias que él se vivieron. Diversos dueños e intrigas fueron ocupando el interior hasta convertirlo durante una época pasada en una “casa tomada” y en un “aguantadero” donde, según el relato en off de la película nada faltaba, incluido un asesinato realmente ocurrido hace unos años en ese pueblo. Un extraño personaje recorre la casa mostrando sus recónditos rincones. Deja al espectador con ganas de saber algo más sobre la trama, que aunque corta, narra hechos policiales.
Otra de las historias ocurre en Miramar, en apariencia una ciudad de veraneo tan común como otras. Sin embargo, la historia tiene características fantásticas: muy cerca, hay una ciudad sumergida y olvidada. Un buzo va en busca de la verdad mientras un habitante de la zona recorre en una lancha por el mar, la superficie hundida. Una pequeña y nueva Atlántida. El director muestra su humor e ironía durante la narración cinematográfica, se detiene muchas veces en detalles, como la acumulación de objetos característicos de las vacaciones: sombrillas, sillas, palas y baldes de plástico. Pero no todo transcurre en las ciudades y pueblos marítimos: también hay una historia filmada en la Provincia de San Luis, donde un personaje, el Dr. Zucco abre su vida al espectador. Con agudeza y humor, el director retrata a ese habitante del lugar, quien devela desde lo que cocina, canta, pinta, sueña y esculpe como un pretexto para indagar en la vida de otras zonas del país donde si el mar no existe, sí está presente el balneario. La película de Mariano Llinás plantea un interrogante. Después de verla hay que preguntarse si los balnearios seguirán existiendo tal como los conocimos o si como en la frase de un cuento de Scott y Zelda Fitzgerald habrá que decir “era como en los buenos tiempos pasados cuando todavía creíamos en los veranos en hoteles y en la filosofía de las canciones populares”.
La fotografía es excelente y algunas de las escenas parecen surrealistas.
Ficha:
Balnearios. 80 minutos. DV-cam. Betacam SP color.
Director: Mariano Llinás
Director de fotografía: Lucio Bonelli
Montaje: Agustín Rolandelli
Producción: Manuela Willimburgh
Música: Gabriel Chwojnik
Jefe de producción: Alejandro Israel
Segundo fotógrafo: Martín Mohadeb
Segundo montajista: Nicolás Goldbart
Investigación: Agustín Mendilaharzu
Coordinación general en San Luis: Alejandro Zucco