El libro de Sara Cohen indaga el universo poético de Fernando Pessoa, Alejandra Pizarnik, Paul Celan y Henri Michaux
El silencio de los poetas
Sara Cohen
Editorial Biblos
111 páginas
“El enigma que encierra el universo literario que cada poeta es capaz de generar siempre me inquietó” dice la autora, que es además poeta y médica psicoanalista. Sara Cohen se ocupa en este libro de indagar en los universos poéticos de Fernando Pessoa, Alejandra Pizarnik, Paul Celan y Henri Michaux. Desde las primeras páginas Cohen advierte, desde una cita de Gilles Deleuze el lugar del lenguaje en el escritor: “las obras maestras de la literatura forman siempre una suerte de lengua extranjera en la lengua en que fueron escritas”. La autora afirma: he intentado hacer algunas aproximaciones ante preguntas como por qué cada uno de los poetas tuvo que reinventar su lengua y qué construyó cada uno al construir su poética. Y también dice: “Los cuatro poetas elegidos Fernando Pessoa, Alejandra Pizarnik, Paul Celan y Henri Michaux, logran en el exilio de la lengua tornar posible lo imposible.”
Así la autora va recorriendo el mundo de cada uno de los poetas elegidos. En el caso de Fernando Pessoa, tal vez uno de los pocos escritores que ha logrado plasmar con gran exactitud su alma en el papel, Cohen destaca el debate literario que el poeta logra con sus heterónimos.
En cuanto a Alejandra Pizarnik la autora dice que la poeta argentina suele ser vinculada con aquellos poetas que establecen una forma de relación muy estrecha entre vida y poesía. En cuanto al destino trágico de Alejandra Pizarnik, Cohen dice “los destinos trágicos deparan cierta fascinación en los lectores que pretenden anticipar ese desenlace trágico en los textos. Esto constituye un error, dado que es muy frecuente que los textos sean anticipos muy valiosos de desenlaces trágicos que no se producen. Es más, la vida de cada sujeto es con frecuencia una repetición en diversas versiones de maniobras destinadas a evitar catástrofes personales, con componentes reales y fantasmáticos entretejidos con maestría”. La autora realiza un análisis profundo de la vida y de la obra de Pizarnik. Cita también a César Aira, quien se ha ocupado de la obra de la poeta, de quien dice “César Aira trabaja el tema de la relación de Alejandra con el surrealismo. Sus lúcidas observaciones sobre Alejandra Pizarnik (que parten de su poética) se transforman en interpretaciones posiblemente más adecuadas de las que deben haber hecho sus analistas, que se habrán visto más involucrados en el personaje poesía-vida que ella sostenía”. El libro es un viaje al mundo “extranjero” que cada poeta construyó en su lenguaje.