La primera frase “Tenemos la vida que nos merecemos” nos hace pensar si esto es cierto o si desde un punto de vista existencialista hemos hecho con nosotros lo que queríamos, de aquello que habían hecho con nosotros
El maestro de Feng Shui
Han Ong
Editorial Emecé
330 páginas
Tal vez lo peor que nos puede pasar con una novela es que no sea entretenida. Este no es el caso de “El maestro de Feng Shui”, del escritor nacido en Filipinas y residente desde hace años en Estados Unidos, Han Ong. Desde el inicio, la novela atrapa al lector. La primera frase “Tenemos la vida que nos merecemos” nos hace pensar si esto es cierto o si desde un punto de vista existencialista hemos hecho con nosotros lo que queríamos, de aquello que habían hecho con nosotros. Un escritor resentido que se inicia pasando a máquina los manuscritos de escritores que “pretendían serlo”, es uno de los protagonistas de la historia. El otro es un taxi-boy filipino. El encuentro de estos dos personajes resentidos en la ciudad de Nueva York originará un plan de acción: uno de los personajes se hará pasar por maestro de Feng Shui, disciplina oriental más cercana al arte que a la filosofía, que consigue adeptos entre las personas más snobs.
Se trata en realidad de una novela sobre el resentimiento de los inmigrantes en una sociedad que no les da lugar. “Yo me había ganado la lotería, dice uno de los personajes, al ser sacado de las Filipinas y al ser traído a América y estaba satisfecho de conformarme con la versión más miserable de Norteamérica que podía conseguir porque, para mi, incluso la miseria norteamericana estaba varios niveles por encima de la residencia filipina más rica”.