Testimonio: Leticia Vigil narra para Archivos del Sur la experiencia de haber conocido al escritor chileno José Donoso
"Sabía que el principal interés de Donoso era la literatura. Supe después, que era aún más que eso, su vida, sus entrañas, la razón de su existencia. Hablar y dar opiniones con alguien, que había leído los clásicos, los modernos, todo Proust"
(Buenos Aires) Leticia Vigil
Fue a los pocos meses de llegar a Chile. Me preparé temprano para ir a esa comida que sabía sería diferente a tantas comidas de diplomáticos ya que nos invitaban a una reunión con los escritores más reconocidos del país, algunos de cuyos nombres conocía por haber leído sus libros.
Pero nunca me imaginé que me tocaría sentarme en la mesa del banquete junto al escritor que más admiraba, había leído todos sus libros, había asistido en Estados Unidos a seminarios sobre su escritura y su persona.
Aquél hombre buen mozo, de abundante pelo un poco teñido por sus canas, barbudo y de pequeños y vivaces ojos era Donoso. Si Donoso y estaba sentado a mi lado. Casi una cita a ciegas (pensé sin decir ni una palabra a nadie)
Al principio , a pesar de mis cuarenta y tantos me surgió una tremenda timidez. Sabía que el principal interés de Donoso era la literatura. Supe después, que era aún más que eso, su vida, sus entrañas, la razón de su existencia. Hablar y dar opiniones con alguien, que había leído los clásicos, los modernos, todo Proust, etc, etc me parecía casi un pecado y una prepotencia.
Donoso y sus libros pasó a ser para mí, Pepe Donoso y su personaje. Hoy , que ya no está y que quedaron sus libros, no sabría distinguir quién se comía a quién.
Cuando me invitó a su taller me sentí honrada como una niña Fue un taller de vital importancia para mí, en él iban naciendo de los alumnos y del maestro personajes. Aprendí mucho esos años pero fundamentalmente aprendí a celebrar su personalidad seductora, su humor finísimo, su amor por la lectura que se confundía en su amor por la escritura.
.Fue un antes y un después .Sus mundos extraños y casi perversos de algunos de sus libros no congeniaban con su aparente humildad y sencillez. Su amor por los animales, su sentido político y coloquial. Hablaba de todos los temas y nada de lo humano le era ajeno cómo dijo algún poeta.
Las discusiones sobre la importancia de la palabra y su relación con el cuento o el tema eran increíbles. Nos pasábamos horas discutiendo
-Te debes tomar en serio , me dijo un día casi cómo un padre a un hijo, a pesar de que la diferencia de edad no hubiera hecho posible tal situación, no se puede llegar a ser escritora sin ser fiel y trabajadora – un poco en broma ,pero era una gran verdad y que actualmente siempre que puedo o me piden mi opinión ,repito cómo palabras de la Biblia.
Mi abuelo paterno había marcado mi niñez y mi juventud con el amor por los libros, con su propia escritura, ahora en mi edad madura llegaba José Donoso y también me marcaba con fuego mi vocación que hice realidad no tempranamente.
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Sobre la autora:
Leticia Vigil, nació en Montevideo pero vivió toda su vida en la Argentina.
Su amplia visión de mundo producida por su vida viajera la convierten en un escritora distinta, donde sus novelas poseen la gracia de hacernos conocer otros mundos y otras costumbre.
Leticia Vigil a pesar de ser poco conocida en Argentina por sus largas estadías en el extranjero tiene publicados seis libros , uno de cuento "Para Mantener a a su fulana" y varias novelas. Las últimas son "No hay poetas en la Bolsa de Valores" en el año 1995 y la recientemente presentada "El Patio de los Cuatro Muros".