El autor de El fin del trabajo plantea en este libro el nacimiento de una nueva era, la del acceso
La era del acceso de Jeremy Rifkin
Editorial Paidos
En este libro el autor de El fin del trabajo, predice una nueva era, la del acceso, donde se ha desmantelado el capitalismo corporativo y donde la propiedad es mayoritariamente cultural e intelectual. La nueva era, dice Rifkin es un mundo de formas platónicas, está más preocupada por manipular la mente que por poseer bienes. También dice el autor, las ideas constituyen la principal fuente de comercio y el objetivo sería adquirir el conocimiento de todo.
Los grandes cambios históricos se van introduciendo sigilosamente en la sociedad, tal es el caso de la revolución industrial, acuñada por el historiador británico Arnold Toynbee , que se empezó a usar a fines del sigloXIX, casi un siglo después que se iniciase. Estaríamos según este libro de Rifkin ya en una nueva era de capitalismo cultural donde el acceso cobra una importancia decisiva frente a la propiedad en la estructuración de la vida económica.
La unión de la comunicación digital y del comercio cultural constituye un nuevo paradigma económico. La cultura, experiencia compartida de la humanidad se está convirtiendo en un bien económico gracias al poder de las nuevas tecnologías.
La transformación es tan grande, según Rifkin que los bienes se van transformando progresivamente y cada vez más en servicios. Hay y habrá nuevos derechos respecto a la propiedad. Estos son algunos de los temas planteados por el autor.
También Rifkin plantea en este libro la debilidad en creer que las redes electrónicas y las relaciones comerciales pueden sustituir a las relaciones y a las comunidades tradicionales. Los valores y los principios que articulan ambos estilos de vida son completamente distintos , casi irreconciliables dice.
Al autor no le es ajena la importancia de la cultura, ya que son las instituciones culturales las fuentes de confianza social . Es la comunidad la condición previa e indispensable para una economía saludable, dice Rifkin.
Cabe preguntarse qué pasará con aquellos países y poblaciones donde la mayoría de la población no puede acceder a las nuevas tecnologías ya que ni siquiera alguna vez han utilizado un teléfono.