Creía que mi padre era Dios, el libro que presentó Paul Auster en la Argentina
Con el curioso título de una de las historias, Paul Auster presentó este libro en la Argentina. El autor norteamericano seleccionó estos relatos entre un total de cuatro mil historias que le enviaron distintas personas de Norteamerica y los editó.
Como dijo Antonio Tabucci, no nos alcanza con una sola vida, tenemos que “robar otras vidas”necesitamos historias. Conocer las vidas de otras personas, sus historias es una manera de enriquecer la nuestra.
Creía que mi padre era Dios compila muchas historias reales.
En El grado cero de la escritura Roland Barthes dice que la escritura en su grado cero es una escritura amodal, sería justo decir, agrega, Barthes, que se trata de una escritura de periodista si, precisamente el periodismo no desarrollara por lo general optativas o imperativas. La nueva escritura neutra, dice Barthes, se coloca en medio de esos gritos y de esos juicios sin participar de ellos; está hecha precisamente de su ausencia; pero es una ausencia total, no implica ningún refugio, ningún secreto. No se puede decir que sea una escritura impasible; es más bien una escritura inocente.
Este libro que compila relatos verídicos de la vida americana y que provienen de distintos lugares de ese país, atraviesan Norteamérica según dijo el escritor, implica una vuelta al realismo en la literatura. El estilo de los relatos donde Auster es el editor, es el estilo del no estilo, o como dice Barthes, una escritura inocente.
Coincide entonces con lo que dijo Paul Auster en la conferencia de prensa: decir la verdad, conocerla puede hacer a las personas más compasivas.
Otros grandes escritores norteamericanos del siglo XX como Raymond Carver y Truman Capote han escrito muchas obras realistas es decir cuentos y novelas donde las situaciones y los personajes son reales.
Creía que mi padre era Dios compila historias que se agrupan en distintos temas como el amor, la guerra, disparates, sueños, la muerte, meditaciones, familias, extraños, animales y objetos. Auster recibió 4.000 relatos de personas de distinto sexo, de diferentes profesiones, clases sociales y lugares de origen y seleccionó 180 relatos para publicar en este libro. Se trata de una visión no cínica de la vida, cosa que a lo mejor hace falta en el lugar del mundo que sea.