Creación literaria: construyamos una novela policial entre todos
La idea es que los lectores aporten, a partir de un texto que aquí se incluye sus propios relatos, personajes, partes de la trama para escribir una novela policial entre todos.
Como dijo Raymond Chandler el policial es un género que no termina de construirse. La novela empieza en Buenos Aires, y transcurrirá con la ayuda de todos, en varios paises. Habrá más de un detective. Empezaremos con Adrián López, argentino, ex-policía. Estuvo preso, presuntamente mató a una mujer pero no lo condenaron,por falta de pruebas. Ahora es detective privado.
A partir del texto que sigue, los lectores podrán seguir escribiendo el relato. Enviar el texto por mail a: archicartas@hotmail.com con la referencia: construyamos una novela policial entre todos
"Había recibido el mensaje a la mañana. Ahora se escuchaban las campanas de la iglesia. Miró el reloj: eran las seis. El sonido se interrumpió por el de la sirena de un patrullero. Primero fue uno, le siguieron varios. Era febrero en Buenos Aires, el calor de la tarde no disminuía con el aire apenas fresco del antiguo aparato de aire acondicionado. Tenía que investigar un crimen, una mujer había muerto y ahora, el marido estaba frente a él. Los dos tenían un vaso de whisky con hielo en la mano. Adrián estudió al hombre: era alto, delgado, de unos cuarenta años, llevaba un traje claro y zapatos lustrados....
"El detective ató su pelo largo con una bandita elástica sujetando su edad incierta en la cara joven. Después de haberse casado y divorciado, de haber trabajado en la policía y haber estado en la cárcel acusado de asesinato, después de haber viajado varias veces a Alemania y vuelto a la Argentina en otras tantas oportunidades consideraba que su edad era tan incierta como su vida. Le gustaba vivir así, caminando sobre una cuerda sin red abajo, haciendo equilibrio sólo con sus brazos, con sus pensamientos dirigidos hacia un solo punto: el de no caerse. Le gustaba gozar del peligro, vivir al día con la seguridad plena de no saber jamás lo que iba a hacer una hora más tarde, tal vez diez minutos más tarde"... (1)
(1) este texto pertenece a la novela policial de Araceli Otamendi "Pájaros debajo de la piel y cerveza".