Chicos, quiero contarles el rescate de mis sobrinos, ¡guau!
Chicos:
el rescate de los hijos de Sofía, mi tía, ha sido espectacular. Estaban atrapados en una cueva y vinieron a salvarlos. Traían una pala para cavar la tierra. Mientras tanto se escuchaban los gemidos de los cachorros. Son muy gordos, ya tenían destinada cada uno una casa, se fueron a vivir lejos de la reserva, pero en casas donde los cuidan. Les cuento: los hombres y chicos empezaron a cavar la tierra y otra pared de la cueva se desmoronó. En eso, vimos aparecer la oreja negra de uno de los perritos, estaba sano y salvo. Los otros gemían, teníamos miedo de que murieran asfixiados. Por suerte, la pericia de los que hicieron el salvataje, hizo que todos salieran sanos y salvos. Para compensarnos del disgusto nos dieron leche a todas y a todos y agua. Sofía se llevó los cachorros con ella, bajo techo y yo los acompañé.
No me ha llegado ninguna historia de ustedes, estoy esperando.
Feliz año.
Cachorra.