La primera experiencia de una sociedad artificial compleja cuenta ya con una red de computación distribuida formada por 60 ordenadores en los que vivirán hasta mil personas artificiales. Pero pronto serán 5.000 ordenadores en los que vivirán un millón de personas virtuales o agentes inteligentes. Cada una de ellas tendrá sus propias características: género, esperanza de vida, fertilidad, tamaño, y metabolismo y engendrará nuevos agentes, que heredarán los caracteres de sus “padres”, aunque también serán capaces de aprender de sus propias experiencias.
|
|