Uno de los problemas que mayor atención reclama, desde los centros educativos y desde la sociedad en general, es sin lugar a dudas la convivencia en los Centros Educativos de estudiantes y profesorado con la asistencia de padres y madres ocasionalmente. La falta de convivencia representa la violencia o el ejercicio autoritario de la disciplina, una actitud negativa hacia los otros o hacia la cultura que se recrea en los Centros y una ruptura de las pautas de convivencia en general. Ofrecer soluciones no es fácil, crear un camino para construir entre todos los elementos necesarios que contribuyan a una convivencia creativa, participativa y democrática es un camino largo y una experiencia inacabable, pero no por ello, exenta de fruto.
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