Escritas hace casi un siglo, y tal vez más actuales que entonces, las palabras de Paul Valery que contienen el título de esta nota tienen el claro sentido de una advertencia, pero contienen también un mensaje alentador para la circunstancia que nos toca vivir. Ellas nos previenen de que debemos andar a tientas construyendo el camino, pero a la vez afirman una ética: al no estar seguros del porvenir, la alternativa para el hombre actual es la acción. La incertidumbre de la hora, entonces, se transforma en acicate. El lúcido Jorge Luís Borges tiene que haber llegado a la misma conclusión cuando en Elogio de la sombra consignó: "Nada se edifica sobre la piedra, todo sobre la arena, pero nuestro deber es edificar como si fuera piedra la arena..."
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