La acción publicitaria de golosinas y refrescos sobre los niños motiva la iniciación de
las conductas de su consumo, necesidad, mantenimiento y persistencia. Es necesario
prohibir los anuncios de caramelos y alimentos que se consideran perjudiciales para la
salud en programas que ven regularmente grupos de niños menores de 12 años. En este
trabajo se recogen los efectos del consumo de ciertos aditivos que son difíciles de
determinar en un estudio toxicológico. Las múltiples y posibles reacciones entre las diferentes sustancias son imprevisibles.
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