Esta propuesta puede servir para que profesores y alumnos se inicien en el lenguaje audiovisual. No se requieren conocimientos ni habilidades especiales, es muy sencilla y los resultados suelen ser sorprendentes para los alumnos.
Debe trabajarse en equipo (entre cuatro y seis miembros) y esto les ayuda a comprender las ventajas del trabajo cooperativo y las dificultades que entraña. Entre las ventajas está el que cada uno pueda aportar sus capacidades: unos dibujan, otros colorean, otros inventan y escriben los diálogos, etc.
Este diseño se refiere a nueve o diez sesiones de una hora, que sería el mínimo imprescindible para que terminen el producto, pero podría extenderse a todo el curso ampliando las diversas etapas: construyendo historias diversas, trabajando los personajes y sus diálogos mediante técnicas sencillas de títeres, cambiando el orden de las viñetas para hacer nuevas historias, construyendo diversas bandas sonoras, etc.
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