EN EL PASEO, AL FRENTE EL MUELLE,MAS AL FONDO LOS BARCOS SE ADORMECEN
Ay una mujer, su interior es de ámbar, ella contempla el tejido que ha fabricado con sus diez dedos transparentes, la contemplo, y se siente complacida, yo no se como es que se ha colmado con esa palidez morena que trasluce su cara de color naranja, la miro. Ella posee un escarabajo en el interior de su pecho, cuando ella se inclina su escote cae y te deja ver al animal obscuro e inerte, tan grande, como lo es mi puño cerrado, la mujer espera tranquila, ella posee una flota de barcos que navegan en el liquido azul de las botellas recicladas, en cada frasco hay una tormenta de aceite e insulina, afuera; la ciudad reposa con su quietud de vértigo, yo les contemplo de la manera más estúpida y lejana.
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