El impresionante brío de las telecomunicaciones y el auge de los microprocesadores y la información digitalizada, son características indiscutibles de este fin de siglo. La digitalización se aplica tanto para entretener y educar, como para efectuar transacciones financieras alrededor del mundo. En esta era digital técnicamente no existe distinción entre voz, texto, datos y vídeo. En todos los confines del planeta se recurre diariamente a esta conversión digital para comunicarse a una velocidad y confiabilidad sin precedentes. Y, aunque no toda la información está digitalizada, toda información es digitalizable
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