A fines del siglo XIX sólo el 15,45 % de los varones ciezanos que habrían de participar en la guerra Hispano-americana es capaz de leer y escribir. Un porcentaje realmente bajo que quizás debiera ser matizado por la no participación en el mismo de los jóvenes de las familias que pudieran haber pagado su exoneración de la guerra, realidad de la que carecemos de información. Se trata de un porcentaje que se encuentra por debajo de los niveles de acceso a la cultura escrita que se dan en los municipios cercanos, ya que la vecina Abarán contaba con un porcentaje de varones alfabetizados (mayores de 25 años) que superaba el 49%, aunque en otros lugares próximos las cifras se acercan más a las que presentan los jóvenes ciezanos: en Blanca son el 38,3%,en Villanueva el 34,1% y en Abanilla descienden hasta el 18,2%. Niveles que en general se encuentran por debajo de la media de otras regiones españolas, media que para el año 1900 Sánchez Jiménez ha establecido en un 65% de analfabetos para el conjunto nacional, ya que las mujeres presentan grados de acceso a la lecto-escritura apenas insignificantes y, por tanto, para el establecimiento de las medias de las distintas poblaciones habría que dividir los índices expuestos casi entre dos
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