Intentar precisar aquello que suponemos propio de la comunicación, procurar definir un ámbito o, mejor aún, su especificidad, sin
caer en las clásicas repeticiones de entendería a partir de espacios rígidos y limitados por una determinada perspectiva de análisis,
resulta ser una tarea que no ha sido tratada en rigor por los profesionales e investigadores que desarrollan su actividad principal
en este campo. Y son menos aún los casos en que los Intentos de precisión Implican un replanteamiento agresivo de los términos del
debate, del contenido y metodologías de estudio del espacio, o los espacios, asignados a la llamada comunicación social. Esta
postura es justamente lo que merece destacarse en este ensayo en que nos
introduce la Investigadora Mabel Piccini.
Sus aportes nos llevan o la necesidad de puntualizar los riesgos de amenazas que hoy penden sobre este impreciso campo de
estudio.
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