No se por qué, pero últimamente me da por pensar que Internet nos puede hacer la vida más difícil si no cambiamos la forma en qué hacemos las cosas. En otras palabras: si Internet entra en nuestra ya limitada agenda como un conjunto de "cuñas" (es decir, si añadimos actividades Internet a nuestra agenda diaria del "mundo real"), como consecuencia de que creemos que el tiempo de que disponemos se puede alargar tanto como queramos, el efecto en nuestra calidad de vida será negativo. Se trata, como veremos, de que lo mismo que exigimos a las empresas para que tengan éxito en Internet, que se reinventen, nos lo exijamos a nosotros mismos.
|