Es obvio que en una sociedad de la información, en la que la información y el conocimiento se constituyen como activos fundamentales, las perspectivas profesionales del gestor de información, o infonomista, son muy variadas. Mientras la información se ha considerado sólo como "apoyo" en la realización de las tareas de la organizacíón, el profesional de la información se ha visto a menudo limitado a la "conservación" de la misma (su catalogación y su almacenamiento). Pero en el momento en que la información se erige como fuente de valor, el rol del profesional de la información toma unos matices mucho más dinámicos, más entrelazados con las actividades fundamentales de la organización. Y, con frecuencia, este cambio implica también nuevas formas de designar su trabajo. Así, encontramos ahora en las empresas más avanzadas títulos como Director de Capital Intelectual, Gestor del Conocimiento, Director de Recursos de Información, etc.
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