Pues bien lo siento mucho, pero coincido con Devlin en que nuestra posición respecto a qué es la información es exactamente la misma que tenía el hombre del hierro respecto al hierro... La utilizamos cada día, disponemos de máquinas muy sofisticadas para producir información desde cualquier punto... incluso desde una terraza sobre una espléndida playa... tenemos teléfonos móviles para lanzar esa información urbi et orbi desde, literalmente, cualquier punto del planeta... pero, lo siento, no sabemos qué es exactamente eso que estamos manejando cada día hasta la saciedad...
|