Los resultados socio-políticos que se dieron tras la contienda civil española no fueron algo esencialmente diferente a los que se habían estado dando recurrentemente en la política española durante el anterior siglo y cuarto. La depuración de \"los cargos\" o \"trabajadores públicos\" ha sido una constante en cada cambio de orientación de la política del país, liberales y conservadores -o más bien, progresistas y tradicionalistas- han expulsado sistemáticamente el funcionariado anterior.

Sin embargo, las depuraciones o represiones de carácter tradicionalista, como lo fue el franquismo durante la guerra -en los territorios ocupados- y tras ella, tuvieron un caràcter marcadamente \"inquisitorial\", tanto en cuanto a las formas (procedimientos del proceso de depuración) como en los contenidos (implicaciones religiosas, morales e incluso sexuales).

Las consecuencias de la depuración de los maestros se extendieron, al sembrar miedos que germinaron, mucho más allá de la postguerra y afectaron, no solo al Magisterio sino a la sociedad en su conjunto.