¿Usted notó cuántas cosas obvias se nos pasan a las madres de adolescentes diariamente?
¿En qué anduvo pensando como para no advertir que para la hija de dieciocho llegar a las dos o tres de la mañana a una fiesta o lugar bailable y volver a las siete es tan obvio como quedar de cama y en cama al día siguiente hasta pasado el mediodía? A quién se le ocurre pretender que una adolescente de quince arregle de nuevo su cuarto, cuando es obvio que ya hizo una vez su cama... la semana pasada; reacomodó los "nidos" en su placard el mes anterior; y es obvio que las revistas se apilan en un rincón a medida que se las va leyendo.