Este artículo plantea la conveniencia de llevar la participación activa del alumnado a todas las fases y componentes del proceso de enseñanza y de aprendizaje, incluida la evaluación de sus aprendizajes. Se señalan algunas exigencias teóricas y prácticas, así como su valor educativo; todo ello dentro del marco de funciones, clientes y técnicas más característicos. Además, se expone el propósito principal de este trabajo que
consiste en analizar los procedimientos o estrategias para llevar a cabo la participación dei alumnado en su evaluación. Se presentan bajo cuatro grupos y se ilustran algunos de ellos con cuatro experiencias didácticás alternativas: en Educación Básica, -que podríamos calificarla de participación total del alumnado-; en Formación Profesional enfocada a hacer las sesiones de evaluación de tutores y profesores más participativas con la intervención de los representantes estudiantiles; en Formación inicial del profe-
sorado -la del propio autor- como instrumento de sustitución de los exámenes por la evaluación de trabajos de equipo e individuales de los estudiantes, así como de participación en las actividades de clase (bajo diferentes opciones); y en una múltiple experiencia interniveles en el área de Educación Física, la cual reemplaza la evaluación tradicional de los alumnos y alumnas por un sistema de evaluación compartida. Se concluye con unas recomendaciones básicas respecto a los elementos y requisitos de la
participación del alumnado en la evaluación así como se advierte de algunas dificultades en su aplicación.
|