Coger un pincel, mojarlo en un tarro de pintura, hacer un trazo sobre una hoja en blanco, está al alcance de todo el mundo. Esto no es en sí un acto creador. Sin embargo, cuando un niño pinta, casi siempre comienza así. Luego, para unos, los trazos siguientes no son más pensados, mientras que, para otros, los \\\"golpes\\\" de pincel se organizan alrededor del primero. Así, unos parecen hacer un acto de creación, mientras que los otros se contentan con rellenar su hoja.
|