Después de una larga temporada sin vacaciones "decentes" (lamentable vida la del emprendedor digital...) decidí pasar el pasado fin de semana con mi familia en una casa rural, en medio de prados de ese verde intenso que sólo se vive en primavera y en los que explota la vida y las hormonas gobiernan. Me disponía a vivir unos días "fuera" de Internet. Eso creía yo...
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