Estamos asistiendo a una explosión en el uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en educación. Aunque no de modo generalizado. La formación presencial parece anclada en modelos venerables, con la clase magistral como acto central del proceso de enseñanza/aprendizaje y la biblioteca como espacio central de información y estudio (y la fotocopiadora como tecnología primordial del alumno). En cambio, la formación a distancia se está viendo sacudida por un terremoto. Todo curso a distancia que se precie y que quiera dar una imagen de calidad y modernidad ha incorporado la Internet como medio de distribución de materiales y de comunicación entre profesores y estudiantes. Tras el hecho hay motivaciones diversas, reales y espúreas: de eficacia, de coste, de imagen, etc. Pero este fenómeno está provocando cambios no sólo en la epidermis de las instituciones y sus prácticas docentes, sino en capas más profundas, por ejemplo, en el modelo instruccional, en las estrategias didácticas y, por supuesto, en el rol que desempeña el docente a distancia.
En el presente texto nos gustaría incitar al lector a la reflexión sobre qué está cambiando en el papel que desempeña del profesor en los procesos de formación a distancia que emplean las nuevas tecnologías como "medio" educativo primordial, como "el lugar de encuentro" entre profesores y estudiantes. Dicha reflexión, en el caso de los autores, surgió de una exigencia de tipo práctico. El mes de febrero de 1999, el centro Lluis Vives-Escuela de Negocios de la Cámara de Comercio de Valencia se puso en contacto con los autores a fin de recabar su participación en un curso titulado Formación de Formadores Virtuales. El curso, con una duración estimada de 30 horas, estaba dirigido a encargados de formación de personal en empresas y su principal objetivo era introducir a los participantes en el uso didáctico de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación y, específicamente, en la utilización de la comunicación mediada por ordenador como espacio educativo, como medio en el que tiene lugar la formación. Este curso forma parte de una oferta de formación continua para empresas, por lo tanto, no pertenece a un plan de estudios conducente a un título, ni es un curso de postgrado. No se requería ninguna titulación o acreditación de conocimientos previos para matricularse, por lo que se acentuó la diversidad de bagaje formativo y de experiencia docente entre los participantes. El curso se diseñó y realizó completamente online (exceptuando una primera reunión presencial) entre el 22 de marzo y el 14 de junio de 1999.
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