No es la consecuencia de una supuesta doctrina neoliberal ni de ninguna otra ideología
La globalización, tal como se conoce en la actualidad, no ha sido la primera en la historia de la biosfera y del hombre, donde hubo y habrá fases de expansión y de apertura, seguidas por fases de contracción, retracción, cierre, separación y aislamiento. El síndrome más común y más inquietante de la globalización es el de los ganadores-perdedores, que se aplica a todas las entidades, desde lo biológico a lo económico y social. En términos económicos y sociales, las brechas entre países y en el interior de cada país no son deseables ni siquiera para los “ganadores”, ya que estas brechas implican un aumento de la inseguridad (nacional y planetaria. Estas brechas debidas a la globalización no son inevitables siempre que no se cometan dos errores fundamentales: el pensamiento único y la pasividad social, ya que la globalización no es la consecuencia de una supuesta doctrina neoliberal, ni de ninguna otra ideología. Por Francesco Di Castri.
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