El liderazgo no es exclusivo de unos cuantos, es tarea de todos. En cada individuo existe un gran potencial para motivar a otros y, de hecho, todos influimos –en alguna medida– en las personas con las que nos relacionamos. Todo educador es un líder, pues, además de su labor propiamente docente –lo cual implica un liderazgo intelectual– desempeña un papel trascendente en el desarrollo y la formación de actitudes y valores en sus alumnos, hecho que repercutirá en la vida futura de éstos y por lo tanto en la empresa, comunidad y país donde ejerzan su profesión. Esta obra pretende que los profesores reflexionen sobre su papel de liderazgo, porque ello contribuirá a que desempeñen esta función lo mejor posible y con resultados óptimos. Estructurada en cinco capítulos, las autoras proponen ejercicios con lecturas de apoyo, además de actividades individuales y colectivas relacionadas con el tema.
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