Difícilmente se puede enseñar algo que no se quiere aprender; por lo tanto, si valoramos los aspectos implícitos en esta cuestión, el fomentar actitudes positivas hacia la lengua objeto de aprendizaje y hacia la sociedad y la cultura que esa lengua representa adquiere un sentido en sí mismo que debería plasmarse a través de los contenidos actitudinales, contenidos indisociables de los de carácter más conceptual o procedimental.
Con esta idea, en el libro se aborda el estudio de las actitudes lingüísticas de los alumnos de secundaria escolarizados en el principado de Asturias. |